DE VIDA A BORDO. sábado, 09 de enero de 2010
Las primeras singladuras, el tránsito de Cádiz a Las Palmas, primera toma de contacto.
La costa gaditana quedaba atrás el día 03 de enero mientras el barco navegaba en demanda de Las Palmas de Gran Canaria. La previsión meteorológica no nos era favorable, esperándose temporal para los próximos días, por lo que se puso especial atención en preparar el barco a son de mar, y en rebajar la superficie vélica del buque. Iniciamos el tránsito hacia poniente tratando de ganar todo el barlovento posible al temporal que se avecinaba y poco antes del cabo San Vicente viramos al SW. Como estaba previsto tuvimos un tránsito hasta el puerto de Las Palmas bastante movido. Ya al segundo día de navegación el viento comenzó a aumentar y la mar a empeorar, y además de soportar los constantes aguaceros que bañaban al barco. Durante el tránsito tuvimos rachas de viento de más de 60 nudos y las olas llegaron a los 8 metros de altura, esto hacía que el barco tuviera una gran escora además de un movimiento incomodo para la vida a bordo.
Los días se hacían duros para todo la dotación, la vida a bordo empeora en estas condiciones, las comidas se sustituyen por bocadillos, el dormir se hace difícil, y esto se ve en la cara de las gente, pero un barco debe seguir funcionando siempre, y la dotación, ya sea en calma o en tormenta, debe hacer su trabajo y hacerlo bien. Pese a las malas condiciones meteorológicas que reinaron, el barco se comporto a la perfección, y se pudo capear el temporal sin lamentar daños materiales ni personales. Para algunos miembros de la dotación ha sido una primera toma con la mar bastante dura, pero de la que se repondrán y recordarán como una anécdota más del viaje.
En cuanto a la derrota del barco, los fuerte vientos contrarios nos hacían ir ciñendo al máximo para llegar a nuestro destino, el puerto de Las Palmas, y parecía difícil recuperar el terreno perdido, pero el auxilio del motor en la ceñida y los buenos vientos que nos acompañaron al final, empujándonos a casi 10 nudos de velocidad, hicieron que solo perdiéramos unas horas. Los Guardias Marinas pudieron por fin subir a los palos y se pudo recalar en puerto sobre las 1600 del día 08 de enero.
La llegada a Las Palmas se hacía con una agradable temperatura, la cual es característica de estas islas, y con una calurosa bienvenida por parte de los canarios. Por lo que el barco se apresuró para abrir sus puertas y de esta forma dejar que unos 300 canarios pudieran visitar el barco en apenas una hora y media, momento en que anochecía en la isla. Este día se aprovechó para hacer víveres frescos, embarcados aquí para aguantar mejor los 25 días de tránsito que nos separan del puerto de Río de Janeiro, en Brasil.
La dotación aprovecho el primer día en puerto para pisar tierra firme, donde uno se siente extraño después de cinco días con muy mala mar, y dar una vuelta por la isla cogiendo fuerzas para el próximo tránsito.
Ya al día siguiente, día 09 de enero, el barco participaba activamente en el acto de entrega de la Bandera del Mando Naval de Canarias por parte del Gobierno de Canarias, dando los honores de ordenanza a la Bandera y recibiendo a bordo al (ALMART), el ALCANAR, al Presidente del Gobierno Canario y a la madrina del acto.
A las 1700 se tocaba Br y Er de Guardia para salir a la mar, y de esta forma comenzar nuestro tránsito a "Río". La toma de contacto con el barco finaliza, y el barco debe comenzar a funcionar a la perfección, los alumnos Guardiamarinas comenzarán a recibir sus clases a bordo y empezarán a usar el sextante, en este tránsito también se espera cruzar el ecuador, momento importante para cualquier marino que nunca lo haya atravesado, y que el barco, como es tradición en todas las marinas del mundo, celebrará de la forma que es tradicional.
Esperamos encontrar mares que nos acompañen y vientos favorables para las próximas singladuras.
Las primeras singladuras, el tránsito de Cádiz a Las Palmas, primera toma de contacto.
La costa gaditana quedaba atrás el día 03 de enero mientras el barco navegaba en demanda de Las Palmas de Gran Canaria. La previsión meteorológica no nos era favorable, esperándose temporal para los próximos días, por lo que se puso especial atención en preparar el barco a son de mar, y en rebajar la superficie vélica del buque. Iniciamos el tránsito hacia poniente tratando de ganar todo el barlovento posible al temporal que se avecinaba y poco antes del cabo San Vicente viramos al SW. Como estaba previsto tuvimos un tránsito hasta el puerto de Las Palmas bastante movido. Ya al segundo día de navegación el viento comenzó a aumentar y la mar a empeorar, y además de soportar los constantes aguaceros que bañaban al barco. Durante el tránsito tuvimos rachas de viento de más de 60 nudos y las olas llegaron a los 8 metros de altura, esto hacía que el barco tuviera una gran escora además de un movimiento incomodo para la vida a bordo.
Los días se hacían duros para todo la dotación, la vida a bordo empeora en estas condiciones, las comidas se sustituyen por bocadillos, el dormir se hace difícil, y esto se ve en la cara de las gente, pero un barco debe seguir funcionando siempre, y la dotación, ya sea en calma o en tormenta, debe hacer su trabajo y hacerlo bien. Pese a las malas condiciones meteorológicas que reinaron, el barco se comporto a la perfección, y se pudo capear el temporal sin lamentar daños materiales ni personales. Para algunos miembros de la dotación ha sido una primera toma con la mar bastante dura, pero de la que se repondrán y recordarán como una anécdota más del viaje.
En cuanto a la derrota del barco, los fuerte vientos contrarios nos hacían ir ciñendo al máximo para llegar a nuestro destino, el puerto de Las Palmas, y parecía difícil recuperar el terreno perdido, pero el auxilio del motor en la ceñida y los buenos vientos que nos acompañaron al final, empujándonos a casi 10 nudos de velocidad, hicieron que solo perdiéramos unas horas. Los Guardias Marinas pudieron por fin subir a los palos y se pudo recalar en puerto sobre las 1600 del día 08 de enero.
La llegada a Las Palmas se hacía con una agradable temperatura, la cual es característica de estas islas, y con una calurosa bienvenida por parte de los canarios. Por lo que el barco se apresuró para abrir sus puertas y de esta forma dejar que unos 300 canarios pudieran visitar el barco en apenas una hora y media, momento en que anochecía en la isla. Este día se aprovechó para hacer víveres frescos, embarcados aquí para aguantar mejor los 25 días de tránsito que nos separan del puerto de Río de Janeiro, en Brasil.
La dotación aprovecho el primer día en puerto para pisar tierra firme, donde uno se siente extraño después de cinco días con muy mala mar, y dar una vuelta por la isla cogiendo fuerzas para el próximo tránsito.
Ya al día siguiente, día 09 de enero, el barco participaba activamente en el acto de entrega de la Bandera del Mando Naval de Canarias por parte del Gobierno de Canarias, dando los honores de ordenanza a la Bandera y recibiendo a bordo al (ALMART), el ALCANAR, al Presidente del Gobierno Canario y a la madrina del acto.
A las 1700 se tocaba Br y Er de Guardia para salir a la mar, y de esta forma comenzar nuestro tránsito a "Río". La toma de contacto con el barco finaliza, y el barco debe comenzar a funcionar a la perfección, los alumnos Guardiamarinas comenzarán a recibir sus clases a bordo y empezarán a usar el sextante, en este tránsito también se espera cruzar el ecuador, momento importante para cualquier marino que nunca lo haya atravesado, y que el barco, como es tradición en todas las marinas del mundo, celebrará de la forma que es tradicional.
Esperamos encontrar mares que nos acompañen y vientos favorables para las próximas singladuras.
PC, aunque mandabas a chengue buscar cosas sobrel Elcano, hice lo propio, pero no he identificado a tu hijo.
Que orgulloso te sentirias, como padre y como extremeño.
Como padre no hace falta decir nada.
Como extremeño, recordando aquellos antepasados que hicieron la gesta de descubir América, porque somos asina, somos los nietos de unos machos que otros años trufaron en América.
De tierra de conquistadores no se puede esperar otra cosa, que hombres y mujeres valientes, que es lo que somos, le pese a quien le pese.
Enhorabuena, de tal palo tal astilla.
un abrazo
Que orgulloso te sentirias, como padre y como extremeño.
Como padre no hace falta decir nada.
Como extremeño, recordando aquellos antepasados que hicieron la gesta de descubir América, porque somos asina, somos los nietos de unos machos que otros años trufaron en América.
De tierra de conquistadores no se puede esperar otra cosa, que hombres y mujeres valientes, que es lo que somos, le pese a quien le pese.
Enhorabuena, de tal palo tal astilla.
un abrazo
