Ya quedan poca gente que cuidan de las fuentes campestres... ADP.
Nos conformaríamos que quedaran pocos para cuidar el campo pero creemos que no queda nadie.
¡Que le vamos hacer...! Ya quedan poca gente que cuidan de las fuentes campestres. Creemos casi con toda la seguridad el nombre de "La Fuente del Cura", se lo debe a nuestro párroco D. Agustín Frenedoso Sierra, el hombre después de misa de las siete y media - claro... era por 1865- se iba cazar con frecuencia por "Solana" y Mortera". Al final fué uno de los curas que se quedó para siempre con nosotros; quizás porque le gustaba en demasía la tierra membrillera. SALUDOS.
“Fuente el Cura”, que pena que estas cosas desaparezcan para siempre.
Nos conformaríamos que quedaran pocos para cuidar el campo pero creemos que no queda nadie.
¡Que le vamos hacer...! Ya quedan poca gente que cuidan de las fuentes campestres. Creemos casi con toda la seguridad el nombre de "La Fuente del Cura", se lo debe a nuestro párroco D. Agustín Frenedoso Sierra, el hombre después de misa de las siete y media - claro... era por 1865- se iba cazar con frecuencia por "Solana" y Mortera". Al final fué uno de los curas que se quedó para siempre con nosotros; quizás porque le gustaba en demasía la tierra membrillera. SALUDOS.
“Fuente el Cura”, que pena que estas cosas desaparezcan para siempre.