Cada vez somos menos visitados por grullas. ¿El problema,,,?, cada vez tienen menos comida. A ver- después que pase la pandemia - empezamos a labrar la tierra. Poco ya se acordaran de "Antonio "el pescao", todo un personale; aunque en realidad se llamaba Anastasio Urbano Rodriguez Guillén, que vendían los pajaros strapados por sus "perchas" (trampas) de casa en casa. No hace mucho lo recaordamoa a visitar el Balneario de Alange, a donde nació. Ésto de recordar no es agradable... es una penuria. yer...