Pantano al máximo de agua, MEMBRIO

RELATOS AL ATARDECER-CCXXVII
LA NOVIA CIEGA. Erase una vez una joven ciega que, por fortuna, tenía un novio que la quería con locura. Todo el amor, el cariño y los cuidados le parecían pocos para su bella compañera. Un buen día ésta le dijo: Si pudiera ver, aunque sólo fuese por un día, me casaría contigo. Cuando oyó esto, el muchacho se puso a buscar un posible donante y apenas transcurrieron unos meses hasta que consiguió que alguien donara un par de ojos para ella. Cuando le hicieron el trasplante...