Se me olvidaba. No se te olvide; te recompensaremos como Dios manda, con cosas de por aquí que te gustan mucho. Un beso.
Pulpo a la gallega, pero con pimentón de la vera... ¡menudo casamiento!. Como no me fío, es posible que me lleve algo en la morrala, "pa por si..."
Aquí te mando un enlace para que veas que no miento.
Un beso.
Chengue: Pulpo a la gallega. A mí, de todos las imágenes, esta es la que más nostalgia me produce; por razones óbvias, como comprenderás. A hombro de mujeres que, a lo que se ve, son las que mantienen las tradicciones. Membrio, y la fotografía es el ejemplo, dejó de ser un pueblo agricultor; y, como tampoco es industrial, pues será lo que tenga que ser. Pero sí, si la fotografía la viesen nuestros pretéritos, sentirían una profunda pena. Saludo a las mujeres. Para tí, ya sabes: Pulpo a la gallega....
No quedan, desgraciadamente, agricultores, pero sí el Santo y las ganas de fiestas. En Membrío, tenemos la suerte de que, ¡aún!, el politiqueo no ha taladrado el hueso del espinazo; tenemos una gracia infinita, y, con un caldero de carne al lado, somos capaces de danzar hasta la extenuación, haciendo escarnio, por un día, del espíritu maligno de las listas electorales. Con ésto me quedo.
Que paséis buenos días.
Que paséis buen día
Pulpo a la gallega, pero con pimentón de la vera... ¡menudo casamiento!. Como no me fío, es posible que me lleve algo en la morrala, "pa por si..."
Aquí te mando un enlace para que veas que no miento.
Un beso.
Chengue: Pulpo a la gallega. A mí, de todos las imágenes, esta es la que más nostalgia me produce; por razones óbvias, como comprenderás. A hombro de mujeres que, a lo que se ve, son las que mantienen las tradicciones. Membrio, y la fotografía es el ejemplo, dejó de ser un pueblo agricultor; y, como tampoco es industrial, pues será lo que tenga que ser. Pero sí, si la fotografía la viesen nuestros pretéritos, sentirían una profunda pena. Saludo a las mujeres. Para tí, ya sabes: Pulpo a la gallega....
No quedan, desgraciadamente, agricultores, pero sí el Santo y las ganas de fiestas. En Membrío, tenemos la suerte de que, ¡aún!, el politiqueo no ha taladrado el hueso del espinazo; tenemos una gracia infinita, y, con un caldero de carne al lado, somos capaces de danzar hasta la extenuación, haciendo escarnio, por un día, del espíritu maligno de las listas electorales. Con ésto me quedo.
Que paséis buenos días.
Que paséis buen día
