JARAICEJO: Estimado paisano Javier Gómez, como veo que has entrado...

Lo que a otro extremeño entristece es que camiones como éste se dirigen con su cargamento a Cataluña y otros destinos donde se manufactura nuestro preciado corcho. Otros casos parecidos con productos extremeños también "marchan" a diversas comunidades autónomas carentes de las materias primas extremeñas; por ejemplo, ¿de dónde proceden los cientos de miles de jamones que se comercializan "made in Guijuelo (SA)"?, pues muy sencillo, de mi tierra extremeña. Si circulan en automóvil por la A-66 desde el sur de Badajoz hasta Salamanca pueden contemplar, en ese trayecto, varios camiones cargados con los cerdos criados en Extremadura destino a Guijuelo que una vez convertidos en jamones dan la vuelta al mundo. No olvidemos que hace más de cuarenta años existió en Mérida una matadero, que ya en aquellos tiempos llegó a tener una importancia relevante en el sector (Matadero Regional de Mérida). Y así nos ha pasado siempre, también con productos agrícolas: algodón, tabaco y un largo etc. Y yo desde fuera de Extremadura me he preguntado y aún más, ahora me sigo preguntando, ¿qué ocurre que aún estamos a la cola de casi todo,...? ¿qué han hecho nuestros políticos (de cualquier color), por mi Tierra, la cual visito con mucha frecuencia?, nada o casi nada, pero eso sí, se han asegurado un buen futuro. De verdad, siento sana "envidia" de otras comunidades autónomas, conozco España en sus cuatro puntos cardinales y, creo, tengo base para lo comentado.

Estimado paisano Javier Gómez, como veo que has entrado en el foro de mi querido pueblo de JARAICEJO (Cáceres) y de que empleas como ilustración de tu mensaje una fotografía que yo introduje hace algunos día en este foro, me he puesto a responderte... Me ha gustado tu mensaje porque coincide con mis tesis sobre el expolio que ha sufrido y sufre nuestra querida Extremadura y que tanto tú como yo somos testigos presenciales de este lamentable hecho: con nuestras materias primas hacemos los "primos" en Extremadura... Frecuentemente salen de la región de "primas" sin manufacturar pagadas a los sufridos y generosos agricultores y ganaderos a bajo precio
y es, en otras regiones, y son en esas regiones donde los intermediarios y las fábricas los que obtienen la "plusvalía" de la manufactura, el embalaje, etc.... Me ha dolido siempre este asunto y lo he tratado en varios poemas, "Contradicciones extremeñas", "Despierta, Extremadura, de tu sueño", etc. Aquí te copio el primer poema que te cito.
Un abrazo extremeñamente fraterno.
Wenceslao Mohedas Ramos.
Jaraicejo (Cáceres)/ Barcelona.

CONTRADICCIONES EXTREMEÑAS

Si tanta extensión tenemos
en esta tierra,
¿por qué un millón de extremeños
no cabe en ella?
Y, teniendo tanta tierra,
yo no me explico
que exista un millón de pobres
y cuatro ricos.

La tierra ya no se labra:
¡cardo y retama!
Los labradores parados:
¡mal panorama!
Pensando en las soluciones,
yo encuentro raro
que, habiendo tanto trabajo,
vivan en paro.

Dos grandes ríos caudales
y otros pequeños,
pero este campo, en verano,
es un infierno…
Habiendo tanta y tanta agua,
yo no comprendo
que los campos y la gente
vivan sedientos.

En vez de erigir pantanos
en nuestros ríos
para bañar nuestros campos
con regadíos,
nos plantan nucleares
de gran potencia
y, así, nos cuelgan de un hilo
nuestra existencia.

Aquí las materias primas
son emigrantes:
tomate y tabaco y corcho
y lana y carne…
Teniendo tantas materias,
yo me pregunto:
¿por qué, aquí, no se elaboran
nuestros productos?

Se dice que Extremadura
va con retraso;
nosotros tal las tortugas,
al mismo paso,
porque somos tan apáticos,
tan conformistas
que ya hemos perdido el paso
y hasta la pista.

¿Por qué se extrañan, señores,
de la incultura
si aquí el que escribe cosecha
mucha amargura?
Yo tengo amarga experiencia
de lo que os digo:
¡sembré mi amor en mis libros
y son testigos!

Algunos se ponen precio
como hizo Judas;
su sentimiento extremeño
lo pongo en duda;
porque hay gente de esta tierra
que está al servicio
de aquellos que la arrojaron
al precipicio.

Algunos vivimos fuera,
lejos y tristes,
pero el recuerdo nos riega
nuestras raíces;
viviendo siempre tan lejos,
a mí me extraña
que no nos teja el olvido
sus telarañas.

Caminemos poco a poco,
pero seguros:
los pies de la autonomía
no están bien duros;
luchemos de cuerpo entero,
no por partidos,
por el amor a esta tierra
todos unidos.

Busquemos nuevos caminos
con nuestros medios
sin esperar que, de fuera,
vengan remedios;
que, si estos males de siglos
no se remedian,
será esta tierra escenario
de más tragedias…

Wenceslao Mohedas Ramos