Hola! la poesia me ha recordado a cuando yo era pequeña que tenia un muñeco (si se podia llamar asi) pues era un trozo de madera con la silueta de un muñeco, y claro aquel ni lloraba, ni decia nada, ahora que cuando yo me enfadaba con alguien y le tiraba el muñeco puedes imaginar lo que pasaba, fijate no por racismo si no por el color que tenia ya la madera, le llamabamos "negro zumbòm". Senti mucho perderle pero imagino que en algunas de las mudanzas de casa, se extraviò. Bueno voy a releer otra vez la poesia, para que me salga bien la leo en voz alta. Saludos