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GRANADILLA: RECUERDOS: Segundo viaje.- Como volví a Granadilla,...

RECUERDOS: Segundo viaje.- Como volví a Granadilla, no lo recuerdo, quizás en uno de esos coches negros por Aceituna o, tal vez, en tren desde Plasencia a Casas del Monte, porque tengo recuerdo de las dos rutas.
En cuanto al segundo viaje, con mi padre y una burrita negra, fue muy parecido al primero, destacar los canteros de Valdeovispo.
"Padri estan, como la otra vez, rompiendu la canteria y jaciendoli abujeru"
Si, las están labrando para que asienten bien unas con otras, que están haciendo una represa ahí mas abajo y la de los agujeros es para ponerle barrenos.
"Pos como se le refali la marra le aplasta la manu al que sujeta la reja"
No, estos ya son maestros.
Tardamos menos que en el primero y la experiencia hizo que la mitad del camino la hiciera andando.
Este segundo viaje debió de ser para adjudicarla la parcela a mis padres por sorteo.
Tercer viaje.- Ahora comprendí los llantos. En un camión habían cargado todos sus enseres, que tampoco eran muchos, y entre ellos se había dejado un hueco donde nos acomodamos, mi hermanito con seis meses de edad, mi hermana con tres añitos recién cumplidos, mi madre y yo, a punto de cumplir ocho años. Aquello fue un valle de lagrimas, hasta los niños llorábamos creo que por simpatía mas que por saber porque lo haciamos. Paramos en la Zarza donde mis padres tenían unos compadres, ella y mi madre eran como hermanas.
¡Ay! Parece que hasta el día llora vuestra marcha.
La verdad es que si ha amanecido lloviendo y por lo que se ve hoy en todo el día no para.
"Callate y no digas ná que yo voy a meá por la lona pabajo y con el agua que llueve no se nota"
¿Que es eso que escurre? ¿No estará meando el muchacho?
No, este mio lo pide, eso es el agua que escurre de arriba.
¡Que capote me echó ahí mi padre!
Venga, mujer, sube y pon bien la cómoda que no se vea nada, que atemos la lona.
¡A ver si tenemos suerte y no nos paran los guardias!
Atrás en el cuchitril nos acomodamos los cuatro, mi padre en la cabina con el conductor.
Cuando destaparon la lona ya estábamos en el barracón que mis padres tenía asignado. Allí se quedaron saludando a los conocidos y bajando los cacharros.
"Mira Rosi, esto son los berraconi, vamo que te enseñi aondi vivi aguela".
"Aguela dami chocolati pa mi y pa la rosi del comercio de la sra. María".
Y el burro delante para que no se espante. Se dice para la Rosi y para mi.
"Mira que rico questá, a mi un día me tocó una peseta en la mi pastilla"
Yo todo se lo quería enseñar a mi hermana, ella no había estado nunca, y además no se sentía extraña, pues eran casi todos conocidos.
Ya estaba allí medio Granadilla.
JMGD.