Ofertas de luz y gas

GRANADILLA: RECUERDOS.- La almazara....

RECUERDOS.- La almazara.
Ya se habían llenados los cortijos, que así se llamaban los depósitos que cada uno tenía al lado del lagar, con las aceitunas que no se habían vendido de verdeo y con las de otras variedades, ("ocal","basta"), que creo que se plantaban cada tantos olivos como polinizadoras, aunque la manzanilla cacereña, que en mas de un noventa y cinco por ciento era la plantada, no necesita de tal menester.
Ya se tenía acumulada la leña para calentar el agua.
Se guardaba turno, y unas veces de día otras de noche, te tocaba hacer el aceite.
"Cada siete kilos de aceituna uno de aceite". Rezaba en un cartel del ayuntamiento. Eso es mucho, decía el molinero, cada ocho y ¡Ya veremos!. Las mías si los dan, o mas, yo he cogido pocas de verdeo y no ha llovido mucho este año.
No os llevéis al muchacho, que luego viene todo pringado.
Yo si voy. ¿A que si aguelo? Y te hecho la cuenta de los cantaros que sacamos. Y le echo leña a la lumbri.
Comenzaba la faena acarreando la aceituna hasta la tolva y regulando la caida con una compuerta hacia las muelas, unas grandes piedra en forma de cono, que no dejaban de dar vueltas, movidas por una gran rueda a la que hacia dar vueltas el agua. De allí a un deposito de doble cámara rellena de agua caliente, donde caía la masa. De allí la prensa, ("capacho, espuerta de masa", hasta formar una torre). De allí, un liquido viscoso, a una tinajas de barro donde "el maestro del lagar" separaba el aceite del alpechín, por decantación.
"Aguelo, doci cantaro y medio, porque esi esta por la metá".
Los llevas bien contado Mateo.
"Si yo ya se sumá, restá, murtiplicá y dividí por tres cifras".
Pues sabiendo leer, escribir y la cuatro reglas ya se estás preparado para la vida.
JMGD.