RECUERDOS; (Espontáneos).
Que te es-tes qui-e-to con la lum-bre. Deletreado con unos cachetes en las nalgas. ¡Ostra "Mateo"!. "Pos no ma dolio".
Ya se estaba chamuscando el guarrapo. Mientras uno o dos quemaban las cerdas otros raspaban, bien con un trozo de teja, bien con un cuchillo viejo u otro utensilio, la piel del cerdo, justo cuando comenzaban a salirle ampollas. Que no quede ni un pelo. Dale bien a esas orejas. Los trozos de escoberas encendidos que ya no servían se tiraban juntos formando la lumbre por la que me había ganado unos "tarantanes". Como premio los niños teniamos el rabo del guarrapo, el cual asábamos. No comáis ahora nada que no está reconocido. El rabo no tiene "trichina", deja que se lo coman los muchachos.
¿Como ha salido?
Bueno, pero este año ha subido un céntimo el reconocimiento, así que echa la cuenta, por veintitres arrobas lo que se ha importado, toma pon por ahí la lengua y la vuelta del dinero.
Es por nuestro bien, ademas si por un casual sale con "trichina" nos lo abonan.
Bueno manos a la obra y comenzaron a descuartizar el cerdo. La barrigá, los mantos...... Dicen que el que quiera ver como somos por dentro que abra un cerdo.
" ¡Que mal guelin las tripas!". Pero que bien saben, con lo que le vamos a meterle dentro despues que las laven y las preparen las mujeres.
El trabajo de los hombre "terminaba" como a media mañana y a esperar que se enfriaran las carnes para luego empezar a descarnar y picar.
Las mujeres cosiendo tripas, picando cebollas, machando ajos..... en fin, preparando todos los condimentos para sazonar las carnes. Dejarlas reposar y luego ha hacer chorizos, salchichones.... y a colgarlos hasta que estén buenos.
A los niños nos habían hecho un columpio y jugando pasábamos todo el día y a dormir muy temprano muertos de sueño.
Que te es-tes qui-e-to con la lum-bre. Deletreado con unos cachetes en las nalgas. ¡Ostra "Mateo"!. "Pos no ma dolio".
Ya se estaba chamuscando el guarrapo. Mientras uno o dos quemaban las cerdas otros raspaban, bien con un trozo de teja, bien con un cuchillo viejo u otro utensilio, la piel del cerdo, justo cuando comenzaban a salirle ampollas. Que no quede ni un pelo. Dale bien a esas orejas. Los trozos de escoberas encendidos que ya no servían se tiraban juntos formando la lumbre por la que me había ganado unos "tarantanes". Como premio los niños teniamos el rabo del guarrapo, el cual asábamos. No comáis ahora nada que no está reconocido. El rabo no tiene "trichina", deja que se lo coman los muchachos.
¿Como ha salido?
Bueno, pero este año ha subido un céntimo el reconocimiento, así que echa la cuenta, por veintitres arrobas lo que se ha importado, toma pon por ahí la lengua y la vuelta del dinero.
Es por nuestro bien, ademas si por un casual sale con "trichina" nos lo abonan.
Bueno manos a la obra y comenzaron a descuartizar el cerdo. La barrigá, los mantos...... Dicen que el que quiera ver como somos por dentro que abra un cerdo.
" ¡Que mal guelin las tripas!". Pero que bien saben, con lo que le vamos a meterle dentro despues que las laven y las preparen las mujeres.
El trabajo de los hombre "terminaba" como a media mañana y a esperar que se enfriaran las carnes para luego empezar a descarnar y picar.
Las mujeres cosiendo tripas, picando cebollas, machando ajos..... en fin, preparando todos los condimentos para sazonar las carnes. Dejarlas reposar y luego ha hacer chorizos, salchichones.... y a colgarlos hasta que estén buenos.
A los niños nos habían hecho un columpio y jugando pasábamos todo el día y a dormir muy temprano muertos de sueño.