GRANADILLA: LEYENDAS SOBRE GRANADILLA...

LEYENDAS SOBRE GRANADILLA
Recopilador: Jesús Ortiz Rincón, nacido en 1986.

Lugar: Granadilla.

Fecha: Otoño del 2002.

Informantes: monitores de Granadilla, turistas y compañeros del campo de trabajo.

Esta leyenda transcurre en la Edad Media en un pueblo cacereño llamado Granadilla. En este pueblo vivía la duquesa de Alba, Margarita. Se dice que uno de sus vasallos, Albar, se enamoró cuando era niño de Margarita. Creció enamorado de ella y sufriendo en silencio. Cuando llegó a adulto, partió a luchar contra los moros y se hizo respetar en las filas del ejército. Entonces Margarita pidió ayuda a Albar, pues Granadilla estaba sitiada por los moros. Albar salió del pueblo por una puerta secreta a observar el panorama y le comunicó a la duquesa que no había posibilidad alguna de vencer, pues los moros superaban a sus tropas varias veces. Tras esto le confesó su amor, pero no era correspondido por ella. Él quiso salvarla de la invasión sacándola de Granadilla pero ella se negaba, por lo que Albar decidió salvarla por la fuerza. Mientras intentaba escapar con ella a cuestas por la salida secreta, Margarita le arrebató una daga y se la clavó a Albar en la espalda. Albar, desangrándose, montó en su caballo que tenía en la salida y fue recogido varios días después por un monje que ya nada pudo hacer por él. Albar lo único que podía decir es que estaba arrepentido.

Ahora dicen que este caballero sigue vagando por las calles de Granadilla montado en su caballo y atormentando a sus habitantes sin dejar de repetir algo que aún se puede oír en las noches de Granadilla: ¡Perdón!

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Actualmente, Granadilla es un pueblo abandonado y sólo permanece habitado por un guarda y por monitores y jóvenes que actuarán como habitantes medievales durante unos días, ya que es un campamento de trabajo en los veranos.

Las siguientes historias las escuché y las aprendí allí por lo que los informantes son desde turistas hasta jóvenes y monitores.

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Ésta es de un informante que era monitor en Granadilla, de entre 30-35 años:

Dicen que cuando pasas por las noches por las Calles de Granadilla, a veces empieza a soplar un viento frío y fuerte y que aparece la figura espectral de un caballero que dice: ¡Perdón! Aquellos que lo han visto dicen no haber sentido miedo, sino todo lo contrario, y además han podido hablar con él. Luego, desaparece.

(Granadilla está situada sobre una colina en una posición estratégica, y sus condiciones geológicas y geológicas la hacen tener la cualidad de que por sus calles corra un viento muy sonoro, que incluso puede ser fácilmente confundido con voces.)

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Informante: Monitor de Granadilla, 20-25 años:

Otra historia cuenta que unos jóvenes habitantes de Granadilla subieron una mañana al castillo junto con un monitor y uno de ellos comentó la gran cantidad de niebla que había al otro lado del pueblo. Uno de estos jóvenes tenía unos prismáticos y pudo observar perfectamente las tropas militares moras, con un líder montado a caballo. Dicen que aquellos eran los muertos moros y cristianos que murieron en aquella batalla del sitio de Granadilla.

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Informante: monitora de Granadilla, 40 años:

En enero, en pleno invierno, el pueblo queda completamente deshabitado, o más bien con un único habitante, el guarda. Dicen que una de sus primeras noches no podía dormir debido al fuerte viento que había en Granadilla y a que los perros no dejaban de ladrar. El guarda se asomó a la calle y cogió a un perro y se metió con él en el sótano. El perro no dejaba de ladrar y la bodega temblaba de vez en cuando e incluso se rompieron botellas y muebles. Al amanecer el perro cesó de ladrar y el guarda dejó su puesto como vigilante de Granadilla.

(Dicen que los perros huelen y detectan a los espíritus o a los fantasmas.)

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Informante: Turista de 20 años:

Esta historia es más veraz, tiene menos de leyenda. Dicen que fueron unos expertos al castillo de Granadilla con sonómetros y espectrómetros y cuando salieron no parecían salir con cara de no haber encontrado nada. Pese a trabajar para el Estado y no poder decir nada, comentaron a algunos monitores que ahora sí tenían mucho trabajo que hacer.