Deseo unirme a Pablo que ha traido a este foro la memoria de Amalia Argos Peña. Amalia, hija de garrovillana, amó entrañablemente a Garrovillas: su luz, sus gentes, sus fiestas...Aunque no nació allí y vivía en Santander, se sentía mitad extremeña por su gran vinculación con este pueblo. ¡Cuánto supo disfrutar de sus estancias en Garrovillas!.¡Cómo vivió la amistad con tantos amigos que allí tuvo!.Mujer de una pieza, alegre, transparente y vital. El cariño que sentía por Garrovillas la hacía hablar a todos los que iban entrando en su círculo de amigos -que eran muchos- de este maravilloso pueblo que ella supo amar intensamente, como lo hacía todo. Como muestra, recuerdo que trajo a sus amigos de Eramus: un francés, dos alemanes, dos italianos.. Para que conocieran España y, por supuesto, como sitio clave, su pueblo de Garrovillas. Creo que no hay mayor amor a una tierra que querer morir en ella. Amalia así lo expresó, quería que sus restos reposaran en el cementerio de Garrovillas, junto a su abuelo Fulgencio Peña Romero(Flore, como se le conocía en el pueblo). Con su gran energía y vitalidad, ni ella ni nadie imaginábamos que tal deseo iba a ser cumplido tan pronto. Con sus 27 años descansa ya en Garrovillas tal y como lo había dicho. Ella permanece en los corazones de todos los que la quisimos y seguimos queriendo, y nos hace mirar ya a ese pueblo de una manera especial: Chany.