Gonzalo: tras el sentimiento de dolor, a pesar del tiempo transcurrido, la primera imagen que tengo de tu padre es sentado en el muro de La Atalaya que mira al "prao"... leyendo. Yo por entonces jugaba a los bandoleros; pero los niños también se forman opinión y le consideré un amante de los libros, honrado y eficaz en su trabajo. Además, en aquellos tiempos en que los niños éramos perros de todos los amos, él nunca nos mangoneaba.
Un año se vistió de Rey Mago para ilusionarnos a todos. Con él, Caponcho, Benito Nacarino y tres pajes con la cara pintada de carbón. Esa fue toda la cabalgata.
Hablas del corazón. Todos los que hemos vivido en Torrequemada la llevamos en el corazón... y es que el amor se hace con amor, y mucho tienen que ver las personas que, como tu padre, dejaron en ella lo mejor de sí mismos. Yo, que no nací en Torrequemada, me apunto a lo que dices: Soy extremeño y soy torrequemeño.
Siento no tener una foto par enviarte, pero sí un abrazo.
JMG.
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