Divino, Antonio, precioso. Suplicale al Dios inmenso, que por su gracia divina alumbre mi entendimiento, para que mi lengua refiera el milagro, que en el huerto hicistes de edad de ocho años... Comienza de esta forma el relato del milagro de S. Antonio, para su gloria y alabanza. Es esta fiesta de san Antonio, hoy día trece de Junio, una de las fiestas mas celebradas del mundo rural y aunque en el pueblo el Cabezo, no se celebre, tuvo gran predicamento en el pueblo castellano de Morasverdes, donde acudian los del cabezo, casi asiduamente para: llevar las colmenas a la mela, vender aceite y cambiar las aceitunas por cereal o legumbres. Eran otros tiempos y hoy casi ni se celebra puesto que el despoblamiento del mundo rural es un hecho más que probado. Los pueblos de la mitad de España no son, sino una sombra de lo que fueron, ausentes de gente y con el mayor riesgo de perder sus tradiciones e identidad. Hoy me ha dado una gran alegria el ver como en mi barrio, algunas personas, la mayoria jubiladas, tratan de mantener vivas las tradiciones y han sacado a S. Antonio en procesión por las calles del barrio de Santiago o Moscoso, conocido de todos los jurdanos que venian a Coria en busca siega. Sonaron bombas de artifio que invitan a sumarse a la procesión que en esta tierra no es sino preludio de la gran fiesta del bautista, del solsticio de verano y toros. Tambien han repartido al final de la procesión el pan de S. Antonio, como mi madre no ha podido asistir a misa y a la procesión por no descuidar a mi padre, mi tia nos ha traido una hogaza pan blanco vendecido de S. Antonio y la hemos partido pa las dos casas, yo agradezco que hayan tenido ese detalle y hoy la cenaran mis niños y creo que le hará mucho bien el pan de S. antonio.