A 40 leguas hacia el sur, THEODORO, con su numeroso sequito, continuaba lentamente con su aparente pelegrinaje. En diferentes
pueblos como Hípula, Osonoba, Pax Julia, Mirtilis, sus reliquias e imagen de Maria habian recibido respeto y veneración. Su plan funcionaba de maravilla. La subida de la Betica a la Lusitana era un escollo considerable. Los
carros de bueyes luchaban dia a dia por salvar el desnivel. LLegaron al cabo de un mes a Curiga ( monesterio).Las noticias eran preocupantes: MUZA habia
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