Aférrimo
En un examen de literatura un joven bachiller escribe que cierto personaje había sido en su juventud un creyente aférrimo. La invención es (valga la paradoja) perfecta a medias. Si el genio subterráneo de la lengua se manifiesta con énfasis en el ingenio o en la ingenuidad de la etimología popular, como demuestra la circunstancia cierta de que nunca haya encontrado la fe un adjetivo que le convenga tanto, en esencia, como, precisamente, el desliz analógico o la inocencia fónica del joven bachiller, una fe aférrima (férrea, de hierro) más fuerte y elocuente que la de carbón, empobrece previamente el joven bachiller con desaliñada antítesis gramatical todo fulgor semántico: un creyente aférrimo y un pretérito pluscuamperfecto.
GHB A LAS 10:48
Recopilado del blog de Gonzalo Hidalgo Bayal
En un examen de literatura un joven bachiller escribe que cierto personaje había sido en su juventud un creyente aférrimo. La invención es (valga la paradoja) perfecta a medias. Si el genio subterráneo de la lengua se manifiesta con énfasis en el ingenio o en la ingenuidad de la etimología popular, como demuestra la circunstancia cierta de que nunca haya encontrado la fe un adjetivo que le convenga tanto, en esencia, como, precisamente, el desliz analógico o la inocencia fónica del joven bachiller, una fe aférrima (férrea, de hierro) más fuerte y elocuente que la de carbón, empobrece previamente el joven bachiller con desaliñada antítesis gramatical todo fulgor semántico: un creyente aférrimo y un pretérito pluscuamperfecto.
GHB A LAS 10:48
Recopilado del blog de Gonzalo Hidalgo Bayal