Sobre la falda tenía
el libro abierto;
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros;
no veíamos las letras
ninguno, creo;
el libro abierto;
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros;
no veíamos las letras
ninguno, creo;
¿Cuanto duró? Ni aún entonces
pude saberlo;
Sólo sé que no se oía
ms que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco,
sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.
bécquer
pude saberlo;
Sólo sé que no se oía
ms que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco,
sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.
bécquer