Y pa qué vigilar la carrera?
Aquel día los primeros se quedaran en el del picho, algunos llegaron hasta el bar del serrano y uno o dos se metieron en le bar que llamabamos de "la alpergata" y de allí no los sacaba ni dios ¡Mira que estaba cerca ya la meta! Pa los diez duros de tercer premio no iban. Así que se optó por darselos al Sr Paco.
