Compramos energía a futuro



Ola vallejos qnetal todos besos a zamarro de tu pima. Paula de renteria besos a tu madre iatodos la familia
Y ENCONTRARÁ LA PAZ

No hay día que no nos desayunemos con algún caso de violencia machista; un tipejo desalmado y repugnante, una mala bestia, lanza a una niña de 18 meses por la ventana tras abusar de ella y agredir a la madre. Meses atrás, creo que fue el pasado mes de octubre, un niño de 11 años se suicidó tirándose al vacío desde la quinta planta de un edificio donde estaba situado el piso familiar en un barrio de Leganés. Síntomas alarmantes de una sociedad profundamente enferma. No siquiera ... (ver texto completo)
¡Hola Francisco, Antonio! hace tiempo que no sé de vosotros, desde el año pasado, es broma, del año
pasado sólo han pasado unas semanas, supongo que habréis comenzado el año bien, yo bastante bien,
espero seguir en contacto y saber noticias de nuestro pueblo. Tambien se han incorporado a este foro
personas de Benquerencia, Zalamea, Campanario y otros, pero lógicamente no conozco a ninguno de ellos.
Esperando vuestras noticias, recibid un abrazo de Severiano.
Echándole humor, ofrezco otra vez estos versos. No son jondos, ya lo sé, ni medidos ni pensados: pero a lo mejor, uno dellos sos trae un recuerdo y sois escapaces de hablar dél. A ver si por aquí, se arranca alguien.

LA PATRIA, sin orden.

Mi patria es el granito,
Sudor.

Aquélla inmensa Laguna,
Infancia.
... (ver texto completo)
¿bailas?
NO
¿Y ESO?
ESO, ES MI PRIMA
"PALMERAS EN LA NIEVE"

Estaba cantado que el best seller escrito por Luz Gabás contaría más pronto que tarde con su adaptación cinematográfica. Más que nada porque el público potencial de la voluminosa novela es femenino (al igual que lo fue 50 sombras de Grey) y las féminas suelen acudir fielmente a las salas para ver las versiones en imágenes de las obras literarias que han devorado… y de paso arrastrar a un puñado de amigas o familiares que ni siquiera han leído el texto pero que entienden ... (ver texto completo)
Acicalado y estirado en su texto, devuelvo la ficción de un recuerdo

Las más penosas lágrimas de la adolescencia me las hizo verter el prematuro fracaso de Juan Puyades “Lucerito”, quien -incapaz de despertar de un sueño- hubo de abandonar el pueblo para huir de sí mismo: arramplando en su retirada con el saldo de amor y amistad que yo creía haber atesorado.

“LUCERITO” fue un Quijote extremeño que alimentó su infancia con la obsesiva ilusión de ser figura del toreo, y yo -con el certero presagio ... (ver texto completo)
Éste último escrito tuyo me ha provocado una sensación déjá vu, es decir, creo que ya te lo he leído antes. No importa, es bueno, y visto el panorama y tu notable esfuerzo nada malo tiene recurrir al reciclaje. Llevaba una semana y media sin darme una vuelta por aquí debido a otras colaboraciones y a que estoy probando algunos diseños nuevos para mi blog de cine, aunque todo el mundo me dice que les gusta mucho como luce y es posible que los cambios sean nimios. He escrito algunos microrrelatos cuyo ... (ver texto completo)
Acicalado y estirado en su texto, devuelvo la ficción de un recuerdo

Las más penosas lágrimas de la adolescencia me las hizo verter el prematuro fracaso de Juan Puyades “Lucerito”, quien -incapaz de despertar de un sueño- hubo de abandonar el pueblo para huir de sí mismo: arramplando en su retirada con el saldo de amor y amistad que yo creía haber atesorado.

“LUCERITO” fue un Quijote extremeño que alimentó su infancia con la obsesiva ilusión de ser figura del toreo, y yo -con el certero presagio ... (ver texto completo)
campanario recuerdos del futuro
…/…(continuación)

La soledad (5 y sansacabó).

Las noches que se ofertan placenteras pueden resultar de una inexplicable fugacidad o derivar en una eternidad insufrible: porque no es lo mismo que te acribillen a besos a que te desquicien con ronquidos.

Por cierto, aquella noche la recuerdo mu breve porque, en seguida, un luminoso sol anegó de luz la habitación, cuando ella -incansable en justificar su proceder- trataba de convencerme de que el trabajo en Almacenes Arias, aquel frío enero, ... (ver texto completo)
(4) La soledad.

Cuando me dijo que necesitaba compaña, me rendí. Y ella, tiritando de frío, se acercó trémula a la cama como lo hubiera hecho una niña que deseara sentir el calor materno.

- “Anda, hazte p’allá”-, me dijo.

Y arropándose hasta las cejas se pegó como una lapa al amasijo de huesos que sostenían mis azarosos dieciocho años. Y es que en aquel Madrid de los sesenta, en las pensiones del centro de la capital, bullía la vida de estudiantes, opositores, carteristas, putas, maletillas, ... (ver texto completo)
(3) El pudor.

“No tener hambre, ni sed, ni frío, constituye el fundamento de la posible felicidad”, es por eso que la Nochevieja de 1969 no me sentí yo mu allá que digamos. Porque aquel aciago miércoles -agonizante ya la inefable década de los sesenta- había nevado en toda la cuenca del Guadarrama y en Valdemorillo hacía un frío del carajo. Todo fue bien mientras que el bar de “Los Bravos” y la taberna de “Araceli”, ambos radicados en la plaza, nos remediaron las dos primeras necesidades: pero ... (ver texto completo)
(2) La bici.

Yo acuso al frío, a la jodía bicicleta y a los celtas cortos sin filtro, ¡mecachisenlamar!, de ser el niño canijo y enclenque que fui: o de forjar el proyecto del hombre que luego sería.

Y es que desde 1959 encima de mi bicicleta Supercil (“la mejor entre mil”) yo sufrí mucho aquel frío que tanto nos afeaba: nos ponía la nariz como un pimiento morrón, inutilizaba nuestras manos para gobernar cualquier herramienta y nos ulceraba las orejas con aquellos horribles y jediondos sabañones: ... (ver texto completo)
(1) EL REBUSCO.

Yo fui un crío con suerte: porque para juir del hambre, sólo hube de sufrir el frío. En la época del Difunto, con alguna excepción, casi todos fuimos niños trabajadores; hoy me viene a la memoria una de las tareas infantiles que realizábamos por estas fechas de invierno: EL REBUSCO.
Una vez se daba por recogida la cosecha, los niños buscábamos y recogíamos, una aquí y otra allá, las pocas aceitunas que yacían bajo la costra de escarcha que cubrían los terrones de los campos jabeños: ... (ver texto completo)
magdalenas