ZAFRA: LA PLAZA GRANDE...

LA PLAZA GRANDE
La Plaza Grande era primitivamente el solar y el atrio y cementerio de la antigua iglesia existente. A partir de mediado del siglo XV, se fue desarrollando su entorno y originó la construcción de soportales alrededor del campo santo para favorecer el comercio. Una vez que la antigua Iglesia se trasladó al lugar en que hoy se emplaza (La Candelaria), surgió un nuevo espacio abierto. Se encuentra separada de la Plaza Chica por el “Arquillo del Pan” donde hay una pequeña capilla barroca con la imagen de La Esperancita.
A la Plaza Grande afluyen diferentes calles muy acogedoras, como Santa Catalina, donde se encuentran los conventos de Santa Catalina y Hospital de Santiago, la calle Huelva, donde se halla el centro cultural, calle de Sevilla con gran actividad comercial, y otras, es decir fue y es uno de los centros neurálgicos y comerciales mas importantes de la Ciudad, y que a la vez es un lugar de ocio, que mayormente en las calurosas noches de verano se crea un ambiente nostálgico y acogedor, por lo que las charlas con los amigos y la diversión está asegurada.
En esta plaza, en su día se realizaron celebraciones taurinas, y se instalaron grandes mercados, ferias y otros eventos, celebrándose actualmente “La Bacaná de la Grasa”, el programa de “La Luna al Fuego”, con la recreación ambiental y festival de la ciudad de los siglos XVI y XVII, mercado del siglo de oro, ajedrez viviente y otras ofertas de estos tipos de fiestas que se desarrollan por la festividad del Bautista.
Tanto en la plaza como en calles adyacentes predomina el color blanco de la cal, el ladrillo, la azulejería, ventanas, verjas, portadas con arcos adintelados, y otros elementos constructivos que mantienen en el mudéjar el gusto popular.
Cosecha y algunos datos históricos extraídos de “Guías Turísticas Locales” de la Junta de Extremadura.
Visita Zafra y su casco antigüo y te sentirás como si hubieras retrocedido en los siglos, y disfrutarás al mismo tiempo de la modernidad de sus servicios y diversiones. No te arrepentirás de hacerlo, seguro, seguro que no.
Manolo