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VALENCIA DEL MOMBUEY: ¿Qué no hay comentarios sobre esta fotografía?. Pues...

¿Qué no hay comentarios sobre esta fotografía?. Pues allá va el mío.

Se trata de la calle "Carretera de Villanueva". A la izquierda queda el "Corral de Murilo". La persona que se ve está en el cruce con la calle de Santa Amalia y un poco más adelante, a la altura de la cabeza de dicha persona y a la izquierda de la misma, se ve el comienzo de la calle Luis Chamizo.

Al fondo de la fotografía se ve parte de terreno que corresponde al paraje de "Las Mallas" (España)y más a lo lejos, en color más azulado, terreno que corresponde a la finca de "La Galiana" (Portugal).

Por esta calle he pasado muchas veces con un rebaño de ovejas que dormían en una casa del pueblo, en la misma calle.

Y ahora, allá va una anécdota ocurrida en la calle Luis Chamizo y voy a decir el pecado, pero no los pecadores.

Al comienzo, en la parte de arriba de la calle, hace ya algunos años, (más de cuarenta), había una señora que se dedicaba a la compra de huevos y gallinas que luego vendía a uno que, con un pequeño camión, pasaba cada varios días por el pueblo.

El "recovero" como le llamaban, dejaba el camión frente o junto la puerta de la señora que le vendía gallinas y huevos, que compraba por encargo del citado "recovero" y un día, dos hijos de la señora, como no tenían otra cosa mejor que hacer, no se les ocurrió nada más que subirse al pequeño camión y quitarle el freno de mano.

¿Qué cual fue el resultado de la broma?. Pues nada, que el camión la emprendió la cuesta abajo y al llegar al final derribó la pared que había -y hay- frente a la calle y se metió y fue a parar en un cercado. En cuanto a los dos artistas, causantes del "estropicio", no les pasó nada porque les dio tiempo a bajarse del camión antes de que éste se metiera en el cercado donde, después de derribar la pared, quedó para el "arrastre" y hubo suerte de que no pasara nadie por la calle cuando el camión era dueño y señor de la misma, porque en caso contrario, lo que quedó en una simple "travesura" hubiera podido causar un serio disgusto. ¡En fin... Cosas de niños...!. Con la salvedad de que los niños ya casi tenían bigote.

Un admirador de Valencia y de su gente.