Cuando las tropas moras, que desde Marruecos habia traido el generalisimo, entraron en Orellana, entraban casa por casa arramblando cuanta cosa susceptible de ser comida se encontraban. Mi padre, siendo un mozalbete, observaba como desparecian todas las viandas y temiendo por el cochino que tenian en la zahurda obsevaba como lo registraban todo. Pero claro l final dieron con el pueorco y para sorpresa suya no se lo llevaron, es mas les oia decir algo asi como: "galufo no, galufo no.
Asi son las historia de Orellana y asi las recordamos.
Asi son las historia de Orellana y asi las recordamos.