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ORELLANA LA VIEJA: El viejo lobo rehúye de sus lobendos, cansado, fatigado...

El viejo lobo rehúye de sus lobendos, cansado, fatigado de soportar tantas cosas que con el pueden pasar, crecen y crecen y cada vez sus bromas son más serias para el viejo lobo que ya mayor va perdiendo el humor pero no la dignidad, la dignidad de un padre que los enseño su saber estar, trucos y peripecias para más tarde servirlos de abrigo, consuelo y esmero hacia todo aquello que el seguiría siendo el rey el padre mimado de la manada, el que vela por ellos cuando falta su amada el que de noche aúlla con frio y con agua el que insiste aun que es rechazado por otros lobos cobardes que no dan la cara hacia este infante que marchándose solo, todo el mundo lo ama, al que todos quisieran traer de nuevo con ellos hacia su manada.
Hoy este lobo sabio, se aparta y descansa piensa y se crece en la vieja roca don de todo merece, aullara de noche, aullara de día, no podrán callarlos ni las noches frías, estará al acecho leyéndolo todo por si alguna vez alguien le pregunta a este viejo lobo.
Cu ando este invierno pase, ya que as descansado este viejo amigo volverá a invitarte a este tu trabajo al que estas unido por querer servir a este digno pueblo que te vio nacer que te ve vivir un abrazo a mi viejo amigo Víctor.