A Orellana la Vieja la envuelve una humedad en estos días que las paredes chorrean las lanchas resbalan las piedras empapadas en barro agua van dejándose ver el pequeño mujo que es propio de estas fechas venideras donde todo es práctica mente magia.
Un manto blanco envuelve a la sierra no siendo posible verla des de parte ninguna del pueblo, la recolección de aceitunas se hace dura y fatigosa, el molino de los amigos Rompeolas no para ni de noche ni de día, las maquinas sudan a pesar de el frio intenso que las azota.
A migo Miguel solo hay una persona en el pueblo que a tu suegra la llama María de la Encarnación.
Un manto blanco envuelve a la sierra no siendo posible verla des de parte ninguna del pueblo, la recolección de aceitunas se hace dura y fatigosa, el molino de los amigos Rompeolas no para ni de noche ni de día, las maquinas sudan a pesar de el frio intenso que las azota.
A migo Miguel solo hay una persona en el pueblo que a tu suegra la llama María de la Encarnación.