ORELLANA LA VIEJA: Amigo Victor, un olé y olé por esta crónica que como...

Milord informa.
Crónica Orellanense. Abril de 2012-04-22

La lluvia no ha coincidido y el anticiclón se ajustó perfectamente al programa de las fiestas de Semana Santa. El caso es que siempre se dijo que estos días son muy a propósito para que el agua luzca su oportunidad, pero que va… El Viernes Santo, que es cuando aquí sale la segunda procesión, nos sorprendió un bello preludio de lluvia que hizo retrasar su salida mas de una hora, por fin por orden de la presidenta de la Cofradía la comitiva procesionaria se puso en marcha subiendo por la celebérrima ya terminada calle Iglesia para cruzar por la del Río y bajar por la anchurosa calle Corredera.
A la salida de los tronos. Asombro y murmullos bien intencionados causó la presencia de la Benemérita Guardia Civil con sus trajes de gala que escoltó a los pasos durante el largo recorrido de esta procesión del Viernes Santo Orellanense.
Los pasos que en las procesiones figuran, si no un asombro por las riquezas (que son más bien pocas) que pudieran ostentar, no quitaron la devoción de los creyentes, con su aspecto pobre y deslucido y en el desfile de las procesiones, podría verse algo solemne, majestuoso, respetable y respetado y no una algarabía y desconcierto de las actuales, en las que unas cuantas personas, que dicen que acompaña a la procesión, y puede que crean que con ello hacen un acto meritorio, se agrupan en torno a cada paso, charlando unos con otros como si estuvieran en alguna tertulia de confianza callejera.
Ya por la noche del sábado los mozos y los que no lo son tanto, siguiendo una antigua tradición se dispusieron a preparar los arcos de guirnaldas trenzadas o torcidas con “jaramagos” y otras hierbas afines para que así engalanada la calle Real estuviera lo más bonita posible para el encuentro en la mañana del domingo de la Virgen con el “Resucitao”.
Noche un tanto fatídica: Nuestro vecino y forero Antonio Ramírez tuvo un grave accidente, resbaló la escalera donde como todos los años se subía para atar las guirnaldas a las rejas y cayó al suelo, a consecuencia de ello le sobrevino la total dislocación del hombro derecho por lo que tuvo que ser trasladado al hospital Villanueva-Don Benito.
Todo esto el mismo día de su cumpleaños, le deseamos una pronta recuperación.
Mucha, mucha gentes, estas fiestas de Semana Santa, yo creo que los que amen,
aunque sea más que el buen nombre de nuestro pueblo han de tener empeño en que estas fiestas se organicen con el orden y seriedad que sugiere su cultura.
Alguno de nuestros estimados ediles ha tenido que estudiar en algún “garito medio ambiental” y digo “garito” contando que sean más cultos que ecologistas pues “garito” es de suponer que procede o se emparienta con la palabra “garita” que como todos sabemos es un lugar de vigilancia, así que nadie se ofenda ni tergiverse mi calificativo.
Hay que convencerse de que en el pueblo de Orellana existen un infinito número de ambiguos enciclopédicos o seudos sabios que, en su lucha por el mando y con predisposiciones especiales, se ven compelidos a no reparar en los medios para llevar acabo la viabilidad de sus acuerdos vertiendo “especies” tan carentes de interés (para ellos) como desprovistas de equidad, templanza, sensatez y justicia.
Dicho esto, pongamos por debajo que no he dicho nada, porque todo ello pasará por agua de borraja pero que para mi será aguaza sucia que para nada sirve, lo que no deja de ser una satisfacción. Si se continúa apretando los tornillos y talando árboles de manera tan indiscriminada, llegará un día en que la volatización del cuerpo humano de los Orellanenses convertido en vapor de agua y ácido carbónico será un hecho y a la vez un espectáculo digno de admirarse.
A la izquierda del camino del Cementerio en un tramo ya abandonado de la antigua carretera a Orellanita existe un bosquecillo de morales que es un encanto, al resguardo de las grandes hojas de las moreras allí pasaban la noche decenas de pájaros, los jilgueros hacían sus nidos y los mirlos entonaban sus silbantes cantos al amanecer. Debido a la adelantada y extraña primavera que estamos pasando, entre el verde brillantes de sus hojas ya podían verse los frutos bastantes grandecitos. En total el pequeño bosque que se componía de quince morales bien desarrollado, han sido podados este mismo mes de abril. Sí, podados masacrados vilmente, cortados a “rabo gato” o sea cortados hasta no quedar nada más que los troncos mondos y lirondos; yo creí que la poda de árboles se hacía por el otoño y no en primavera ¿o no?. Pues... ¡al cuerno la fresca sombra que daban! Adios nidos y adios agostadero pues los pájaros han tenido que emigrar hacia otros lares como lo hicieron las cigüeñas.
Y nosotros tendremos que volver, como antaño, a coger moras a los morales del Zujar que allí nunca se podaron y ahora son maravillosamente grandes.
Este destrozo –árbolicora- poca repercusión a tenido en el gremio de insulsos ecologista que ni se enteran, pues a mí y a otros muchos con bastante cordura nos ha parecido una bárbara injusticia ecológica, es más, particularmente no sé si me translimitaré en el calificativo pero yo lo calificaría como crimen vegetal. Ellos, pues no sé, a lo mejor las subvenciones no les llega ni para opinar.
Para este verano se pronostica una temperatura media de cuarenta y cinco grados a la sombra. A nosotros sólo nos queda que cantar aquella canción de nuestro rico folklore orellanense (manque los labradores este año tienen poco que segar).
Dicen los labradores que van segando,
quién bebiera tu agua fuente del caño.
Fuente del caño, niña, fuente del caño,
dicen los segadores que van segando.
Desde Orellana la Vieja.
Víctor Sanz.

Amigo Victor, un olé y olé por esta crónica que como todas es fabulosa.

Dicen los labradores que van segando,
quién bebiera tu agua fuente del caño.
Fuente del caño, niña, fuente del caño,
dicen los segadores que van segando.
Desde Orellana la Vieja.
Víctor Sanz.