Milord informa.
Crónica Orellanense.
Como bien anunciaba mariano Guisado, a las 7,08 de esta mañana llovía en Orellana la Vieja. Abril quisiera mediar contentando á los labradores, pero al infeliz mes le cuesta trabajo... en sus buenos deseos de enviarles la lluvia, a pasado de todo, a una Luna llena, y aire huracanado (que por poco no nos traslada a las Termopilas) acompañado de todas las revoluciones atmosféricas, todo ha sido inútil. Con la Luna sólo consiguió distraer por muy breves momentos a unos cuantos aburridos, que se agarran a un clavo ardiendo para pasar el rato entretenidos en cualquier cosa, aun cuando la cosa sea tampoco divertida como una Luna llena por lo de más empañada con unas simples y feas nubecillas, y con el aire solo a logrado, hasta ahora, hacer un poco de ruido, obligando á los miedosos a buscar amparo debajo del paraguas, y hacer creer a los labradores que la cosa iba de veras, cuando en realidad no ha ido a ninguna parte. Sólo como consecuencia del fuerte viento y revoluciones, han caído unas cuantas gotas de agua, que más han servido para excitar la sed de los campos, como se aviva la de un sediento á quien se le humedecieran los labios.
Bueno nosotros a lo nuestro, porque esta tarde nos juntaremos (algunos que no todos) en el bar “Milenium” para tener una entrañable charla forera.
Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.
Crónica Orellanense.
Como bien anunciaba mariano Guisado, a las 7,08 de esta mañana llovía en Orellana la Vieja. Abril quisiera mediar contentando á los labradores, pero al infeliz mes le cuesta trabajo... en sus buenos deseos de enviarles la lluvia, a pasado de todo, a una Luna llena, y aire huracanado (que por poco no nos traslada a las Termopilas) acompañado de todas las revoluciones atmosféricas, todo ha sido inútil. Con la Luna sólo consiguió distraer por muy breves momentos a unos cuantos aburridos, que se agarran a un clavo ardiendo para pasar el rato entretenidos en cualquier cosa, aun cuando la cosa sea tampoco divertida como una Luna llena por lo de más empañada con unas simples y feas nubecillas, y con el aire solo a logrado, hasta ahora, hacer un poco de ruido, obligando á los miedosos a buscar amparo debajo del paraguas, y hacer creer a los labradores que la cosa iba de veras, cuando en realidad no ha ido a ninguna parte. Sólo como consecuencia del fuerte viento y revoluciones, han caído unas cuantas gotas de agua, que más han servido para excitar la sed de los campos, como se aviva la de un sediento á quien se le humedecieran los labios.
Bueno nosotros a lo nuestro, porque esta tarde nos juntaremos (algunos que no todos) en el bar “Milenium” para tener una entrañable charla forera.
Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.