Hoy estamos de poesía, pues ahí va una, ecrita en un acontecimiento ciertamente triste:
¡Oh! Ciprés no te muevas
¡No turbes la paz del silencio!
¡No hagas ruidos con tus ramas!
¡prohibeselo al viento!
Déjate acariciar por su brisa
pero por favor... silencio.
silencio... silencio...
Saludos,
¡Oh! Ciprés no te muevas
¡No turbes la paz del silencio!
¡No hagas ruidos con tus ramas!
¡prohibeselo al viento!
Déjate acariciar por su brisa
pero por favor... silencio.
silencio... silencio...
Saludos,