En recuerdo a una persona abnegada y trabajadora a la que yo personalmente tenía gran respeto y admiración. Todos los Orellanenses de esa generación, sin exclusión alguna merecen nuestro acato, cariño y consideración. Eran tiempos difíciles y la solidaridad era una palabra con contenido, donde cada uno en sus respectivas profesiones ayudaban de una forma desinteresada a quién lo necesitaba. D. José, mi amigo BIGOTE, con sus golpes, y su gran calidad humana, me hizo pasar ratos muy agradables que aún perduran en mi memoria….. y eso que era del “R. Madrid” pero jamás discutimos por ello, porque todas las ideas son respetables, aunque yo fuera de otro equipo. Muchas veces me han preguntado por él, de una forma efusiva y entrañable, en el Hospital de Villanueva –Don Benito donde dejó muchos amigos.
