Me imagino que tienen que estar los campos en su elemento.
Pensando en ellos, hice hace un tiempo el siguiente soneto. Se lo dedico especialmente a una maestra orellanense, muy querida que estuvo bastante anos en Acedera. Para ella con todo mi carino.
Y un fuerte abrazo para cada uno de los foreros desde Zagreb, capital de Croacia.
Campos de Orellana. (título)
Se visten de esplendor Extremadura,
tus campos de fulgor en primavera,
por los caminos claros de Acedera,
se vislumbran paisajes de frescura.
Despuntan ya los brotes de hermosura,
que forjan la mesura verdadera,
esparcen armonía duradera,
entres jarales verdes de espesura.
En una sinfonía de colores,
la sierra se engalana al mediodía,
en los almendros brillan resplandores.
E inyectan un sentir, celeste vía,
el mirar de silentes labradores,
con serones de larga travesía.
Demetrio Gallardo
Pensando en ellos, hice hace un tiempo el siguiente soneto. Se lo dedico especialmente a una maestra orellanense, muy querida que estuvo bastante anos en Acedera. Para ella con todo mi carino.
Y un fuerte abrazo para cada uno de los foreros desde Zagreb, capital de Croacia.
Campos de Orellana. (título)
Se visten de esplendor Extremadura,
tus campos de fulgor en primavera,
por los caminos claros de Acedera,
se vislumbran paisajes de frescura.
Despuntan ya los brotes de hermosura,
que forjan la mesura verdadera,
esparcen armonía duradera,
entres jarales verdes de espesura.
En una sinfonía de colores,
la sierra se engalana al mediodía,
en los almendros brillan resplandores.
E inyectan un sentir, celeste vía,
el mirar de silentes labradores,
con serones de larga travesía.
Demetrio Gallardo