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ORELLANA LA VIEJA: El templo...

El templo

Señor, dijo el cortesano a su rey-, Norottam, el santo, jamás se ha dignado entrar en el recinto
de tu glorioso templo."
"Canta las alabanzas de Dios bajo los brazos abiertos de los árboles a la orilla del camino
principal. Y el templo permanece vacío."
"En torno a él se agitan hombres, mujeres y niños, como las abejas que desdeñan el cuenco
de oro lleno de miel y vuelan alrededor del loto blanco."
El rey, herido en el centro de su corazón, se fue adonde estaba Norottam sentado sobre
la hierba.
Y le preguntó: "Padre, ¿por qué abandonas mi templo, el de la cúpula de oro, y te sientas
fuera, en el polvo, para predicar el amor de Dios?
-"Porque Dios no está en tu templo" -dijo Norottam.
El rey, frunciendo el ceño, respondió:
- ¿Sabes que muchos millones de oro fueron gastados por mi magnificencia para levantar
esta bordada maravilla del arte que fue consagrada a Dios con suntuosas e inolvidables
ceremonias?"
-"Lo recuerdo -contestó Norattam-; fue precisamente en el año en que millares de personas,
con sus casas y sus campos incendiados, en vano clamaban socorro a tu puerta."
Y Dios pensó: "Esta vil criatura que no puede brindar socorro a sus hermanos, me construye una morada! "
"Y se fue con los hambreados y sin techo bajo los brazos abiertos de los árboles, a la orilla de
los caminos.
"Y esa dorada pompa de jabón está vacía. Sólo habita allí el orgull0 humeante del incienso.
El rey gritó encolerizado:
-"Sal de mi país."
Tranquilamente el santo replicó:
-"Bien, destiérrame de donde ya has desterrado a tu Dios."
Y partió por el ancho camino polvoriento entre los pobres que le tendían sus brazos.

* * * * *

R. Tagore