Sueños
Era un día cualquiera., como todos en la vida
Un año cualquiera con sus noches y sus días
Cuando de pronto, sin esperar sin desearlo
Viste llegar a tu vida, mujer con alma de niña
Un refulgente lucero que pronto te alumbraría.
Venías de tierras lejanas con cantos de nueva
Esperanza, de tierras donde hay dolores,
Sufrimientos, sinsabores.
Quisiste olvidarlo todo, cerrando tu corazón.
Pero nunca, muy dentro tuyo, te olvidaste del amor.
Con lirios entre tus manos, con azucenas benditas
Viniste a sembrar mil sueños en esas áridas tierras
De tu corazón dolido, de tu vida casi marchita.
Allí sembraste violetas y jazmines perfumados
Rosas de mil colores y hasta humildes margaritas.
Fincaste mil esperanzas, pensando que al fin ese día
Aquel hermoso lucero con luz de luna en su alma
Con sus palabras tan dulces, y amorosas miradas,
Iluminarían por siempre con sus fulgores divinos
Los mil y un sueños que en tu corazón nacían.
Tan hermosas estrellitas que con destellos benditos
se van creando en tu mente, cuando el lucero te dice
“Te quiero…. ven… te necesito”
Escuchas voces divinas, y pajaritos risueños que
Te alientan a vivir, un paraíso en tus sueños…
Serán fugases como estrellas? como su brillo lejano
Como suspiros dolientes.. como los besos que diste
Como dulces sueños en las noches de verano.
Como aquel amor que diste y que no fue valorado
Como la noche y el día, que se nos van de las manos.
Nunca permitas mujer, mujer con alma de niña
Que los dolientes espinos destruyan tu paraíso.
Dios no te trajo al mundo para sufrir desventuras,
No llores por Dios mujer, no rompas con tu destino
Que EL trazó tu camino sin dolores ni amarguras.
Era un día cualquiera., como todos en la vida
Un año cualquiera con sus noches y sus días
Cuando de pronto, sin esperar sin desearlo
Viste llegar a tu vida, mujer con alma de niña
Un refulgente lucero que pronto te alumbraría.
Venías de tierras lejanas con cantos de nueva
Esperanza, de tierras donde hay dolores,
Sufrimientos, sinsabores.
Quisiste olvidarlo todo, cerrando tu corazón.
Pero nunca, muy dentro tuyo, te olvidaste del amor.
Con lirios entre tus manos, con azucenas benditas
Viniste a sembrar mil sueños en esas áridas tierras
De tu corazón dolido, de tu vida casi marchita.
Allí sembraste violetas y jazmines perfumados
Rosas de mil colores y hasta humildes margaritas.
Fincaste mil esperanzas, pensando que al fin ese día
Aquel hermoso lucero con luz de luna en su alma
Con sus palabras tan dulces, y amorosas miradas,
Iluminarían por siempre con sus fulgores divinos
Los mil y un sueños que en tu corazón nacían.
Tan hermosas estrellitas que con destellos benditos
se van creando en tu mente, cuando el lucero te dice
“Te quiero…. ven… te necesito”
Escuchas voces divinas, y pajaritos risueños que
Te alientan a vivir, un paraíso en tus sueños…
Serán fugases como estrellas? como su brillo lejano
Como suspiros dolientes.. como los besos que diste
Como dulces sueños en las noches de verano.
Como aquel amor que diste y que no fue valorado
Como la noche y el día, que se nos van de las manos.
Nunca permitas mujer, mujer con alma de niña
Que los dolientes espinos destruyan tu paraíso.
Dios no te trajo al mundo para sufrir desventuras,
No llores por Dios mujer, no rompas con tu destino
Que EL trazó tu camino sin dolores ni amarguras.