Cuando empecé a quererme
Cuando empecé a quererme
con todos mis defectos y todas mis virtudes,
la vida me cambio de un modo maravilloso y misterioso.
Abrí el corazón y empecé a ver el mundo desde muchos ojos distintos.
Cuando empecé a quererme dejé de conformarme con demasiado poco.
Cuando empecé a quererme descubrí mi bondad.
Cuando empecé a quererme empecé a tomarme en serio
y con gratitud el regalo de la vida.
Cuando empecé a quererme empecé a saber que estaba en el lugar adecuado
en el momento oportuno y entonces pude relajarme.
Cuando empecé a quererme sentí una fuerza que me obligaba
a bajar el ritmo y eso lo ha cambiado todo.
Cuando empecé a quererme empecé a apreciar la soledad
de estar rodeada de silencio, sobrecogida ante su encanto,
escuchando el espacio interior.
Cuando empecé a quererme descubrí que no soy especial,
pero que sí soy única.
Cuando empecé a quererme redefiní el éxito
y la vida se convirtió en algo muy sencillo.
Ah, que placer!
Cuando empecé a quererme descubrí que no tengo
que perseguir a la vida, si me quedo quieta y tranquila,
la vida viene a mí.
Cuando empecé a quererme
con todos mis defectos y todas mis virtudes,
la vida me cambio de un modo maravilloso y misterioso.
Abrí el corazón y empecé a ver el mundo desde muchos ojos distintos.
Cuando empecé a quererme dejé de conformarme con demasiado poco.
Cuando empecé a quererme descubrí mi bondad.
Cuando empecé a quererme empecé a tomarme en serio
y con gratitud el regalo de la vida.
Cuando empecé a quererme empecé a saber que estaba en el lugar adecuado
en el momento oportuno y entonces pude relajarme.
Cuando empecé a quererme sentí una fuerza que me obligaba
a bajar el ritmo y eso lo ha cambiado todo.
Cuando empecé a quererme empecé a apreciar la soledad
de estar rodeada de silencio, sobrecogida ante su encanto,
escuchando el espacio interior.
Cuando empecé a quererme descubrí que no soy especial,
pero que sí soy única.
Cuando empecé a quererme redefiní el éxito
y la vida se convirtió en algo muy sencillo.
Ah, que placer!
Cuando empecé a quererme descubrí que no tengo
que perseguir a la vida, si me quedo quieta y tranquila,
la vida viene a mí.