Milord informa.
Bueno yo también doy la razón a los dos Antonio pero, los contestare por separado para que si algún día quieren hacer una biografía mía y poner alguna anécdota, lo hagan.
Voy a empezar por A. Galeano, naturalmente que viví en los tiempos de los Picapiedras y tu lo sabes muy bien porque (telo recordare un poco adornado para no cansar mucho a los sufridos “foreros). Una buena tarde después de merendar me fui a dar una paseo por el campo y seguí el sendero llamado el camino del Valle, a la derecha de dicho camino me encontré con un Galeano adolescente que araba un terreno que sus padres tenían en el termino de Orellanita, cuando llegue y estuve un rato charlando va y me dice que yo tenía que aprender a conducir, así que sube a este tractor que yo te enseñare, yo conteste no y no, por que eso no es un tractor mas parece un TRNCOMOVIL, sea como fuere el me convenció y bajo sus ordenes comencé soltar el embrague, madre mía que apuros al trncomovil seguro que le había puesto la 5ª ó la 6ª marcha por que comenzó acorrer barrera abajo que por poco mas termino en el arroyo Monrroy, ¡manazas, que eres un manazas, decía quitándome el volante de las manos. Yo no se lo que pasaría por mi cabeza que no he vuelto a coger un volante en mi vida, y como según el yo nací antes del diluvio ese pues lo dicho, fue una de sus muchas bromas que daba a sus amigos, y el lo dice los sabe cuidar. Y con la perra que tiene de la foto haber si entra en el foro una que tiene de mis mejores fotos “ el perrito escucha la flauta de su amo “.
Y para A. Cabanillas, lo siguiente como quiere Don Usted que fuera de Gastador si en el cuartel tenía fama de ser el mas pequeño de dos mil soldados de que se componía entonces mi cuartel. Y es por eso que me llamaban el “Artillerin” No, no pude hacer formaciones, solo cuando jure Bandera que fue obligatorio para todos y la otra vez y última en la despedía de soldado. Según se decía creo que resultaba ridículo entre medio de tanto robustos artilleros. Cuando llegue al cuartel desde nuestro pueblo, al darme la ropa al verme tan chiquinino recibi la primera quintada, dándome el capote mas grande que tenían en el vestuario, así que imagínate, ni los Alemanes en la 2ª guerra mundial.
(hay fotos para el recuerdo). Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.
Bueno yo también doy la razón a los dos Antonio pero, los contestare por separado para que si algún día quieren hacer una biografía mía y poner alguna anécdota, lo hagan.
Voy a empezar por A. Galeano, naturalmente que viví en los tiempos de los Picapiedras y tu lo sabes muy bien porque (telo recordare un poco adornado para no cansar mucho a los sufridos “foreros). Una buena tarde después de merendar me fui a dar una paseo por el campo y seguí el sendero llamado el camino del Valle, a la derecha de dicho camino me encontré con un Galeano adolescente que araba un terreno que sus padres tenían en el termino de Orellanita, cuando llegue y estuve un rato charlando va y me dice que yo tenía que aprender a conducir, así que sube a este tractor que yo te enseñare, yo conteste no y no, por que eso no es un tractor mas parece un TRNCOMOVIL, sea como fuere el me convenció y bajo sus ordenes comencé soltar el embrague, madre mía que apuros al trncomovil seguro que le había puesto la 5ª ó la 6ª marcha por que comenzó acorrer barrera abajo que por poco mas termino en el arroyo Monrroy, ¡manazas, que eres un manazas, decía quitándome el volante de las manos. Yo no se lo que pasaría por mi cabeza que no he vuelto a coger un volante en mi vida, y como según el yo nací antes del diluvio ese pues lo dicho, fue una de sus muchas bromas que daba a sus amigos, y el lo dice los sabe cuidar. Y con la perra que tiene de la foto haber si entra en el foro una que tiene de mis mejores fotos “ el perrito escucha la flauta de su amo “.
Y para A. Cabanillas, lo siguiente como quiere Don Usted que fuera de Gastador si en el cuartel tenía fama de ser el mas pequeño de dos mil soldados de que se componía entonces mi cuartel. Y es por eso que me llamaban el “Artillerin” No, no pude hacer formaciones, solo cuando jure Bandera que fue obligatorio para todos y la otra vez y última en la despedía de soldado. Según se decía creo que resultaba ridículo entre medio de tanto robustos artilleros. Cuando llegue al cuartel desde nuestro pueblo, al darme la ropa al verme tan chiquinino recibi la primera quintada, dándome el capote mas grande que tenían en el vestuario, así que imagínate, ni los Alemanes en la 2ª guerra mundial.
(hay fotos para el recuerdo). Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.