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ORELLANA LA VIEJA: JUGAR A LAS “PERRAS” CON EL REPEÓN. (Niños)...

JUGAR A LAS “PERRAS” CON EL REPEÓN. (Niños)

QUÉ SE NECESITA
Un buen “repeón” y su cuerda. Dinero en “perras gordas” (10 céntimos de pesetas) ó “perras chicas” (5 céntimos de pesetas).

DÓNDE SE JUGABA
En cualquier sitio que el suelo fuera de tierra y no hubiera piedras que pudieran hacer las temidas “rosas” (mellas) en la “puga”. Cuando se hacía alguna “rosa” refregábamos la “puga” en los ladrillos de las paredes y se quitaban. Los ladrillos de “El Rinconcillo de la iglesia estaban todos llenos de surcos hechos con l as “pugas” de los “repeones “ al quitar las “rosas”.
CUÁNTOS JUGABAN

Seis ó siete niños.

CÓMO SE ECHABA
Lo que se trataba era de saber quién tiraba primero el repeón, el segundo, tercero etc. Para esto podía hacerse tirando el repeón todos a la vez y dejarlos que anduvieran en el suelo. El dueño del repeón que se apagaba el primero era el último en tirar y al contrario, el dueño del último repeón que se apagaba era el primero en tirar y tenía más ventajas para ganar el dinero porque había más perras en el redondel.
CÓMO SE JUGABA.
Los jugadores ponían todo la misma cantidad de dinero y lo colocaban en el medio del redondel que habían hecho en el suelo. El primer jugador tiraba su repeón sobre las perras con el ánimo de sacar todas las que pudiera del redondel. Esto lo hacía cogiendo su repeón en la palma de la mano,” andando”, y lo lanzaba sobre las perras para que la “puga” fuera empujándolas fuera. Cada vez que hacía esto se llamaba “una picá”. Podía dar todas las “picás” como aguantara su repeón dando vueltas. Si veía que ya no podía dar más “picás” porque se iba apagando, entonces golpeaba la moneda con todo el repeón y a esto se lo llamaba “coske”.
Luego tiraba el segundo y hacía lo mismo. Si al tirar el repeón este no funcionaba, pasaba el turno al siguiente jugador.
Lógicamente el ganador era el que más monedas había sacado del redondel a base de “picás” y de “coskes”.
Era muy importante tener un buen repeón, con la punta muy derecha. Los repeones que más se estimaban eran los que más “picás” se pudieran dar con ellos porque aguantaban mucho “andando” (dando vueltas). - ¡Es que mi repeón da siete “picás” y el “coske” ¡-
Había algunas veces que los niños, empeñados que tenían el mejor repeón, se los “echaban a perder” entre sí. Esto consistía en lo siguiente: Tiraban los dos contrincantes sus repeones a la vez y los cogían ayudados de los dedos índice y corazón hasta colocarlos en la palma de la mano. Una vez allí la estiraban todo cuanto era posible para que la “puga” tuviera el mínimo rozamiento. En algunas ocasiones, los repeones eran tan buenos y la pericia al tirarlos “a rablazo” era tanta que decíamos que “ se había “eclisao”, de tanto tiempo como duraban dando vuelta en la mano.. El último que se “apagaba” era el ganador y se quedaba “pa siemrpe” con el repeón del perdedor.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Y los tirabamos "a rablazo" cuando el suelo era de tierra y "a marica" cuando era sobre baldosines. Y habia pugas especialemente preparadas para las peleas entre repeones, para intentar clavarlas en ellos. Que bonitos juegos.