Milord informa.
Perdona ¡oh FANTASMA amable! Que á tus sublimes “profecía” conteste este infeliz morador de Orellana la Vieja con estas cuatro “paparruchas”. Perdona tú y que perdonen todos los que de buena fe se han preocupado de este “affer” del buen saber, porque lo que aquí yo se, es que tanta ”predicción “ nos metan en honduras de las que no sabríamos salir. Yo también, allá en mis buenas horas, soñé (y sigo soñando) con timbres de gloria para mi pueblo, (y para mi, ¡que corcio!) creyendo que con mis sueños le hacía un gran favor; después he ido convenciéndome de que mejor que los timbres de gloria literaria (hablo de los timbres que nosotros los del foro pudiéramos proporcionar), pienso, y es mi parecer que le esta haciendo falta cuatro caballos del Apocalipsis que se tomen por él algún interés y no los cerdos que se los hechó perlas y no las quisieron, a si que ríete tú del “gran saber” que aquí cada uno sabe lo bastante para su negocio y todos juntos más de lo que se pueda saber.
Si sabes (ya que parece lo sabes todo) quien pueda venderme (en el pueblo donde estés), una fanega de garbanzos que no sean muy caros ni muy duros como los de “Bambute”, avísame. Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.
Perdona ¡oh FANTASMA amable! Que á tus sublimes “profecía” conteste este infeliz morador de Orellana la Vieja con estas cuatro “paparruchas”. Perdona tú y que perdonen todos los que de buena fe se han preocupado de este “affer” del buen saber, porque lo que aquí yo se, es que tanta ”predicción “ nos metan en honduras de las que no sabríamos salir. Yo también, allá en mis buenas horas, soñé (y sigo soñando) con timbres de gloria para mi pueblo, (y para mi, ¡que corcio!) creyendo que con mis sueños le hacía un gran favor; después he ido convenciéndome de que mejor que los timbres de gloria literaria (hablo de los timbres que nosotros los del foro pudiéramos proporcionar), pienso, y es mi parecer que le esta haciendo falta cuatro caballos del Apocalipsis que se tomen por él algún interés y no los cerdos que se los hechó perlas y no las quisieron, a si que ríete tú del “gran saber” que aquí cada uno sabe lo bastante para su negocio y todos juntos más de lo que se pueda saber.
Si sabes (ya que parece lo sabes todo) quien pueda venderme (en el pueblo donde estés), una fanega de garbanzos que no sean muy caros ni muy duros como los de “Bambute”, avísame. Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.