Aquí en donde está este edificio, antes estaba el "baile de Valentín" de recuerdos entrañables para mí. Bien recuerdo, entre otros muchos, las chicas con las que empecé a bailar, especialmente a una que, como tantos orellanenses, tuvo que salir de nuestro pueblo en busca de mejores horizontes; la música de los "Patruchos"; las "gaseosas"; el calor tan terrible que hacia allí arriba ... En fín, buenos e imborrables recuerdos de este paisano vuestro que os envia un fuerte abrazo.
Un "furriola-tarira".
Un "furriola-tarira".