El reloj, ORELLANA LA VIEJA

¡Que recuerdos me trae ésta fotografía!, a escondidas nos colabamos en el Palacio, subiamos por unos tablones roidos por la carcoma aún a sabiendo del riesgo de poder caernos, es más, incluso de noche y con simples cerillas, ¡bendita inocencia!, pero una vez en la torre acompañando al desaparecido reloj, eramos los dueños del mundo, ¡que tiempos!.

AURELIANA, aunque extenso en tus mensajes, siempre es de agradecer toda la iformación respecto a nuestra querida Orellana, gracias por ello.

PEDRO,...