OLIVENZA: HISTORIA CIVIL. Algunos creen ser Olivenza pobl. muy...

HISTORIA CIVIL. Algunos creen ser Olivenza pobl. muy ant., pero sin documentos que lo acrediten, y siendo muy modernas las referencias históricas que en ellas aparecen. El rey D. Fernando de Castilla la dio a su hermana Doña Beatriz el año 1298, en que se desposo esta infanta con el infante D. Alonso de Portugal, hijo del rey D. Dionisio. Este rey hizo edificar su castillo el año 1306. En la guerra que siguió a la revolución de Portugal de 1640, fue plaza de mucha importancia. Los portugueses construyeron varios fuertes próximos a ella. El marqués de Leganés quiso tomarla por sorpresa en 1648, mas no lo consiguió. En 1649 lograron las armas castellanas destruir, sin dificultad, todas las fortalezas de sus inmediaciones, y aun las exteriores de esta plaza. El duque de San Germán determinó abrir la campaña de 1057 con el sitio de Olivenza. D. Juan de Silva, que descubrió sus intentos, corrió a prevenir lo mejor posible la plaza. Acababa de abastecerla de víveres y municiones, cuando empezaron a entrar los castellanos en la llanura donde está sit. la c. y se volvió a Jurumeña. Las fortificaciones exteriores, como los fosos y el camino cubierto, se hallaban en mal estado por no haberse podido aun reparar. El gobernador D. Manuel Saldaña era hombre de valor y animado de los mejores sentimientos, por la defensa de su patria. Tenía a sus órdenes una guarnición de 4,000 infantes y 100 caballos, y dos ingenieros. El ejército castellano acampó ante sus muros a mediados de abril y emprendió las obras del sitio. El conde de San Lorenzo hizo por salvar la plaza cuanto halló en armonía con las órdenes de su reina, que le prohibían exponerse á las contingencias de una acción general. Los sitiadores en número de 10,000 infantes y 4,000 caballos, estrecharon fuertemente la plaza. El gobernador avisó al mencionado conde que se le acababan las municiones, y que sin un pronto socorro, le seria forzoso rendirse. El conde lo avisó a la corte. Entre tanto, la plaza no recibiendo contestación favorable, y apurados sus recursos, pidió capitulación. Arreglada está, se envió a la aprobación de la reina, quien la desechó y dispuso que el conde de San Lorenzo hiciese todos los esfuerzos para salvar la plaza. En vista de esta determinación, Saldaña convocó a los oficiales, a los magistrados y a los principales dé la c. para comunicárseles, deseoso de observarla; pero la junta resolvió que no debia exponerse la pobl. al asalto, que necesariamente se habia de dar muy pronto, si no se observaba lo capitulado. En consecuencia dé esto, la plaza se entregó a los castellanos el 30 de mayo. La guarnición salió con todos los honores de la guerra, y la mayor parte de los hab. se fueron a otros pueblos, no queriendo vivir sujetos a Castilla, por más que se les ofreciera la conservación de sus bienes y privilegios. La reina premió la fidelidad de los oliventinos recompensándoles sus pérdidas, y estableciéndolos en las diversas v. y c. de la prov. de Alentejo. La pérdida de esta plaza, causó una consternación general en aquel reino. Saldaña y los principales oficiales de la guarnición, fueron presos, y el primero desterrado a las Indias para siempre. En 1668 la devolvió a los portugueses el tratado de Lisboa, y la poseyeron hasta 1801 en que les fue nuevamente ganada. Por el art. 105 del congreso de Viena, ofrecieron las potencias mediar con la corte de Madrid para el cambio de esta plaza; pero no ha tenido efecto, porque esta corte consideró inadmisibles las proposiciones de la de Lisboa.
* Diccionario geográfico – estadístico - histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.