Me encuentro con mi
amigo Diego que trabaja en una
gasolinera.
- ¿Qué pasa, Diego?
-Ya ves, con la manguera.
-Lléname este bote de colirio de gasolina.
- ¿Será broma?
-Sí, pero no creas, lo guardaré aquí por si acaso.
-No jodas, hombre, las perspectivas son buenas.
- ¿Buenas? Pero si en el futuro las
fábricas tendrán sólo dos empleados.
- ¿Dos empleados?
-Sí, un hombre y un perro. El hombre dará al perro de
comer y el perro se encargará de que el hombre no apriete ningún botón.
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