Mas sobre el Tsunami del Océano Indico. Fuente: la misma que la anterior anotación.
"¿Por qué no fueron informados los gobiernos de los países del océano índico?", se pregunta poniendo el dedo en una de las mas evidentes llagas del asunto Michel Chossudovsky, economista profesor de la Universidad de Ottawa, consultor de distintos programas de las Naciones Unidas. Esto es especialmente impresentable si tenemos en cuenta que, además, todos los países de la región, están incluidos en el Grupo internacional de coordinación del sistema de alerta de tsunamis.
"Sólo Indonesia -donde el fenómeno ya hacía estragos- y Australia -muy lejos del epicentro- fueron avisadas de la amenaza". El catedrático Tad Murty, de la Universidad de Manitoba, afirmó : "No hay razones para que una sola persona muera a consecuencia de un tsunami; en la mayoría de las zonas (devastadas) hubo lapsos de 25 minutos a 4 horas antes de que la ola golpeara".
¿Y por qué ningún responsable del gobierno indio hasta ahora ha explicado el motivo por el cual si la propagación de la cadena de olas tardó entre tres y cuatro horas en llegar a las costas de India no se alertó a los pobladores -mismo caso en que se hallan las autoridades de Sri Lanka-, lo que hubiera permitido salvar decenas de miles de vidas?
¿Por qué la base militar estadounidense en la isla británica de Diego García recibió el aviso del Centro de Alerta de tsunamis de Hawai y su personal fue puesto a salvo mientras la población civil era devastada?
La ola del cuestionamiento de la desinformación generada por el tsunami está alcanzando a los EEUU cuya población es ya crecientemente consciente de las mentiras de los medios sobre otras catástrofes como el atentado a las torres del once de septiembre. Existe gran cantidad de documentación y libros que indican que fue una operación interna. La senadora republicana Olympia Snowe, "investiga por qué la National Oceanic & Atmospheric Administration NOAA fue incapaz de proporcionar a las 11 naciones afectadas esa información valiosa que hubiera salvado vidas".
De hecho casi todas las vidas lamentablemente perdidas hubieran podido salvarse como señala Michel Collon. "Parece que se podría haber avisado a las autoridades de Asia. En efecto, los científicos que trabajan para la National Oceanic & Atmospheric Administration de los Estados Unidos sí que avisaron con bastante antelación a la base militar USA de Diego García, que no ha sufrido daños. Pero parece que no han descolgado el teléfono para avisar a los gobiernos de Asia, según las acusaciones de dos estadounidenses. Al parecer habrían enviado tan solo un mail a Indonesia, sin ocuparse de más. De haberlas avisado, las víctimas hubieran podido retirarse hacia el interior o situarse en algún lugar elevado: la diferencia entre la vida y el desastre eran 10 o 15 metros".
Es justamente lo que hicieron seis tribus que viven en diferentes islas indias de Andaman y Nicobar en el golfo de Bengala. El estruendo de los elefantes salvajes, que de repente ascendieron hacia el interior de la isla, el chillido de los pájaros, el llamativo comportamiento de los delfines y las iguanas, alarmó aparentemente a las tribus y les dio tiempo a ponerse a salvo antes de que las letales olas gigantes golpearan la costa.
"Además los científicos afirman que podría haberse evitado.
¿Cómo? Colocando, como ellos habían solicitado, dos 'tsuná-metros' (unas boyas dotadas de sismógrafos) para medir el impacto de estos terremotos.
Los riesgos del océano índico eran conocidos.
¿Complicado? No. Desde hace cincuenta años, los Estados Unidos tienen instalados seis tsuná-metros para proteger sus costas.
¿Caro? 250.000 $ la unidad.
Es lo que cuesta la maquinaria de guerra del Pentágono cada segundo (1.500 millones de dólares diarios).
¿Demasiado caro, pese a todo? Sí. Los científicos no habían obtenido los créditos.
¿Cuánto vale una vida humana en nuestro sistema?".
"¿Por qué no fueron informados los gobiernos de los países del océano índico?", se pregunta poniendo el dedo en una de las mas evidentes llagas del asunto Michel Chossudovsky, economista profesor de la Universidad de Ottawa, consultor de distintos programas de las Naciones Unidas. Esto es especialmente impresentable si tenemos en cuenta que, además, todos los países de la región, están incluidos en el Grupo internacional de coordinación del sistema de alerta de tsunamis.
"Sólo Indonesia -donde el fenómeno ya hacía estragos- y Australia -muy lejos del epicentro- fueron avisadas de la amenaza". El catedrático Tad Murty, de la Universidad de Manitoba, afirmó : "No hay razones para que una sola persona muera a consecuencia de un tsunami; en la mayoría de las zonas (devastadas) hubo lapsos de 25 minutos a 4 horas antes de que la ola golpeara".
¿Y por qué ningún responsable del gobierno indio hasta ahora ha explicado el motivo por el cual si la propagación de la cadena de olas tardó entre tres y cuatro horas en llegar a las costas de India no se alertó a los pobladores -mismo caso en que se hallan las autoridades de Sri Lanka-, lo que hubiera permitido salvar decenas de miles de vidas?
¿Por qué la base militar estadounidense en la isla británica de Diego García recibió el aviso del Centro de Alerta de tsunamis de Hawai y su personal fue puesto a salvo mientras la población civil era devastada?
La ola del cuestionamiento de la desinformación generada por el tsunami está alcanzando a los EEUU cuya población es ya crecientemente consciente de las mentiras de los medios sobre otras catástrofes como el atentado a las torres del once de septiembre. Existe gran cantidad de documentación y libros que indican que fue una operación interna. La senadora republicana Olympia Snowe, "investiga por qué la National Oceanic & Atmospheric Administration NOAA fue incapaz de proporcionar a las 11 naciones afectadas esa información valiosa que hubiera salvado vidas".
De hecho casi todas las vidas lamentablemente perdidas hubieran podido salvarse como señala Michel Collon. "Parece que se podría haber avisado a las autoridades de Asia. En efecto, los científicos que trabajan para la National Oceanic & Atmospheric Administration de los Estados Unidos sí que avisaron con bastante antelación a la base militar USA de Diego García, que no ha sufrido daños. Pero parece que no han descolgado el teléfono para avisar a los gobiernos de Asia, según las acusaciones de dos estadounidenses. Al parecer habrían enviado tan solo un mail a Indonesia, sin ocuparse de más. De haberlas avisado, las víctimas hubieran podido retirarse hacia el interior o situarse en algún lugar elevado: la diferencia entre la vida y el desastre eran 10 o 15 metros".
Es justamente lo que hicieron seis tribus que viven en diferentes islas indias de Andaman y Nicobar en el golfo de Bengala. El estruendo de los elefantes salvajes, que de repente ascendieron hacia el interior de la isla, el chillido de los pájaros, el llamativo comportamiento de los delfines y las iguanas, alarmó aparentemente a las tribus y les dio tiempo a ponerse a salvo antes de que las letales olas gigantes golpearan la costa.
"Además los científicos afirman que podría haberse evitado.
¿Cómo? Colocando, como ellos habían solicitado, dos 'tsuná-metros' (unas boyas dotadas de sismógrafos) para medir el impacto de estos terremotos.
Los riesgos del océano índico eran conocidos.
¿Complicado? No. Desde hace cincuenta años, los Estados Unidos tienen instalados seis tsuná-metros para proteger sus costas.
¿Caro? 250.000 $ la unidad.
Es lo que cuesta la maquinaria de guerra del Pentágono cada segundo (1.500 millones de dólares diarios).
¿Demasiado caro, pese a todo? Sí. Los científicos no habían obtenido los créditos.
¿Cuánto vale una vida humana en nuestro sistema?".