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GARGALIGAS: Acaso ni verso sean estas líneas que yo escribo y ¿qué...

Acaso ni verso sean estas líneas que yo escribo y ¿qué más da si no quitan a nadie espacio ni sitio?

No son versos, bien es cierto, digamos como siempre digo: son los trazos de un boceto, las líneas con que bosquejo cada paisaje en que habito, con su verdad limitada y mi soñar infinito.

Podrá callarse la voz, pero nunca el pensamiento. Podremos talar el árbol, mas no detener al viento.

El Sol se ha ocultado, y tantas veces ha vuelto a salir desde que el Progreso amaneció, que con su luz, cegándonos acabó.

Y ciegos vamos caminando por la acera de la vida, tanteando del mañana las paredes, arrastrando miedosos los pies.

Nos afanamos buscando uno tras otro, un paso seguro, sobornando nuestras conciencias a cambio de mucho poseer.

Al crédito hipotecario nuestras almas vendemos, y a salvo nos sentimos adivinando del salario los espejismos.

Y nos atraviesan escalofríos si por mala suerte por la calle sombría del desempleo cruzamos.

Así nuestro camino proseguimos, ciegos, sin estarlo, proyectada nuestra sombra en la acera con un número de serie impresa en ella.

Y al calor del mercado observamos nuestros datos personales, cruzándose y evaporándose en operaciones de cálculos interminables.

Nubes se van formando que precipitan chaparrones de publicidad, acabando en blanco consumismo; y vuelta a empezar.

A este Sol a lo largo del tiempo le cambió el nombre, como astro neoliberalismo ahora se le conoce.

Dicen que fuera de su sistema, profundos abismos nos acechan, que bajo otras sombras no tiene futuro nuestro Planeta.

Y su luz poderosa, por la incombustible ambición nutrida, los campos arrasa del Planeta, y en desiertos los transforma.

Y de allí huyen asustados, en busca de un imposible paraíso los que acaban muriendo en vallas, suburbios o pateras.

Y aquí continuamos nuestro camino; abonados a la resignación, ajenos a la frontera de la miseria de verjas cosidas de alambre de espino.

Muchos ciegos comienzan a abrir los ojos, y de la insolación prefieren cubrirse con el manto de la rebeldía, gritando que posible es otra Vida.

Que este asfixiante y bochornoso sistema, eclipsarse algún día podrá por la Luz de la Humanidad.

Atte.

Inocencio Pardillo Sufrido.