En alguna ocasión he mencionado la necesidad de que los jóvenes entraran más en la página para dejar sus opiniones sobre cualquier tema, charlar de sus cosas, proporcionar datos, etc. Ahora me siento triste cuando observo que en las pocas veces que se deciden a hacerlo -por boca de uno de ellos- para plantear una queja en relación a su participación en las fiestas locales, nosotros, los mayores, sin prestarle atención a lo que intentan transmitirnos con los mensajes del 7 y 8 de este mes, les cerramos el paso, les decepcionamos, y sumergidos en nuestro mundo -tan egoísta como el suyo- nos vamos del botellón al Estatuto de Cataluña. Hago un inciso para añadir que a la mayoría de los jóvenes les importa un pepino la política, porque se sienten engañados, estafados, y porque quienes la practican no solo no les resuelven sus problemas, sino que los acucian más. Este estatuto, ni a ellos ni a nosotros -a la sociedad en general- nos liberará del trabajo precario, la inaccesibilidad a la vivienda, lo injusto del sistema fiscal…
Cuando teníamos sus edades, hacíamos lo mismo -nuestro peculiar botellón en guateques- solo que por los tiempos que nos tocó vivir, con una visión más colectiva de la sociedad, tal vez porque carecíamos de casi todo, y por lo tanto necesitábamos estar más cerca de los que tenían los pocos recursos para organizar unas fiestas, participábamos -que no compartir los mismos gustos- con los mayores para llevarlas a buen fin.
Veo como un intento de aproximación en los mensajes en cuestión, por lo que sugiero que se podían alternar actuaciones musicales para ambos gustos, habilitando una zona próxima para que realizaran sus botellones, eso sí, usando los contenedores. No se si esto resultaría, pero ¡caramba!, se puede intentar, y como alguien ha dicho echarle imaginación. Sería un gesto generoso.
Saludos,
J. Gala.
Cuando teníamos sus edades, hacíamos lo mismo -nuestro peculiar botellón en guateques- solo que por los tiempos que nos tocó vivir, con una visión más colectiva de la sociedad, tal vez porque carecíamos de casi todo, y por lo tanto necesitábamos estar más cerca de los que tenían los pocos recursos para organizar unas fiestas, participábamos -que no compartir los mismos gustos- con los mayores para llevarlas a buen fin.
Veo como un intento de aproximación en los mensajes en cuestión, por lo que sugiero que se podían alternar actuaciones musicales para ambos gustos, habilitando una zona próxima para que realizaran sus botellones, eso sí, usando los contenedores. No se si esto resultaría, pero ¡caramba!, se puede intentar, y como alguien ha dicho echarle imaginación. Sería un gesto generoso.
Saludos,
J. Gala.