Comenzaré con unas pinceladas de humor negro, Leganés: ¿sabes qué es lo peor del suicidio? Que si te gusta no puedes repetir. Siguiendo con la cáustica ironía, hubo un tiempo en que, en el Estado del Vaticano, el suicidio estaba castigado con la pena de muerte.
Como siempre, escribo a vuelapluma. Verás, leyendo por enésima vez la biografía de uno de mis héroes atemporales (soy muy mitómano e inventé un juego que consiste en unir retazos de mis más adorados mitos para construir el héroe perfecto), ... (ver texto completo)
Como siempre, escribo a vuelapluma. Verás, leyendo por enésima vez la biografía de uno de mis héroes atemporales (soy muy mitómano e inventé un juego que consiste en unir retazos de mis más adorados mitos para construir el héroe perfecto), ... (ver texto completo)
• De tu respuesta, PRB, me quedo -por ser un retrato que contrapone fielmente la alharaca occidental al intimismo de oriente- con ese contraste del matar y del matar-se en iguales circunstancias que, a manera de ejemplo o corolario, le contaste a tus amigos después de la proyección de “Yacuza” y que tan bien define la fachada de esas dos civilizaciones.
Por cierto, hablando de japoneses geniales, si Yukio Mishima no consiguió el Nobel de literatura, por su premura en suicidarse, su compatriota ... (ver texto completo)
Por cierto, hablando de japoneses geniales, si Yukio Mishima no consiguió el Nobel de literatura, por su premura en suicidarse, su compatriota ... (ver texto completo)