Hay una ciudad en Colombia que se llama Barranquilla y se caracteriza porque allí hay una serie de religiosos muy resentidos y malvados. Yo estuve en ese grupo y sentí mucha verguenza con Dios la noche que Jesucristo me visitó y tuve la oportunidad de arrepentirme de varios chismes y mentiras que había publicado de un sacerdote inocente y misionero de Colombia. Todos mis males y mis perversiones se las lancé a ese presbítero y hoy estoy en paz porque me he arrepentido. Le pido a todos los hombres ... (ver texto completo)
