Ya se acerca
San Isidro y. A mí me bulle el cuerpo, a pesar de la distancia y el paso del tiempo.
Como digo, estando en la distancia, ¿que sería de estar en el
pueblo?.
Me imagino en la mañana, las carrozas en la
plaza, alegría, bullicio en fin, todos contentos, para llegado el momento acompañar a la
Virgen en
romería, hacia su bonito templo.
Una vez allí, y después de los actos en su honor, bien aparcadas las carrozas, a disfrutar en su alrededor, debajo de las encinas, sofocar un poco el calor.
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