En esta preciosa
foto, echo de menos unos animalitos negros, (o retintos), de rabo retorcido, orejas grandes y hocico largo, y que tienen un bonito modo de andar.
Los productos que de él se obtienen, son manjar de dioses, únicos para el día de
San Isidro, degustarlos debajo de una encina en las cercanías de
Flores, con un buen vinito de pitarra, y rodeado de buenos
amigos.
Esto último, yo lo he vivido, pero hace muchos años, y aún así, no se me olvida, así como los amigos que tenía, (y creo que
... (ver texto completo)