BADAJOZ: 4 ...

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Por arte de birlibirloque, ha llegado a mis toscas manos, mocita, un ejemplar del libro que el próximo día once de los corrientes, sus autores Manuel Díaz Ordóñez y María Jesús Milán Agudo, presentarán en el Centro Obrero de Torre de Miguel Sesmero, a las ocho y media de la tarde.

Su título es: LAS VIRUTAS DE LA MEMORIA, Prensa y republicanismo español en el Badajoz del siglo XX.
Es la octava edición ya, del premio Arturo Barea del año 2008, premio que creo patrocina la Diputación de Badajoz.
En su portada, cómo no, un cepillo de carpintero, grande, más bien una garlopa, porque en el libro se habla de un hombre de la Torre que fue carpintero, pero no un carpintero cualquiera, no, nada menos que de D. Ramón TRISTANCHO GARCÍA, quien; puede ser que, hoy en día, y en sus tiempos tampoco, pudiese alardear de estar en posesión de un título universitario pero de lo que sí podría presumir si no hubiese sido una persona sencilla, es de una vasta cultura.
Leo, que los autores han constatado que, sólo en las hemerotecas; esos quioscos llenos de periódicos atrasados y tan desconocidos para nosotros los simples, más de doscientos artículos con su firma, donde desgrana su saber y se trasluce su talante.

No te digo más de momento moza, porque ahora estoy empapándome del personaje y, porque tú puedes ir a la presentación y te compras uno, cosa que yo no podré hacer debido a que la duendina presidente, ya sabes, esa bruja blanca del Ampurdan catalán, nos ha citado a cónclave a todos los duendecillos y hadas de las Españas, para el mismo día y hora en un prado de Vallgorgina, que es una localidad con mucho empaque para estas reuniones

Abrirlo y darme de bruces con es esta dedicatoria me deja cuasi descangallao.
Ahí es ná:

“Con todo nuestro amor a Adrián, Lucía y Alejandro.
Con el afán de que recuerden que en el pasado, está por descubrir parte del presente que les aguarda”.

Fíjate qué coincidencia con este párrafo que ayer ya, nos borraron a nosotros aquí los confabulados oscuros y malvados y que se lo repetimos ahora, por eso de joder mayormente.
Aquello que escribió hace ya un porrón de años otro gran hombre, D. José Somoza y Muñoz, el de Piedrahita, y que dice:

“Si al hombre fuera dado
hundir su vista en la caverna oscura
que tragó su pasado,
desde allí, por ventura
logrará ver la eternidad futura.”

Que poca diferencia hay entre estos Torquemadas de hoy de nuestro pueblo y alrededores, émulos del cardenal Segura cuando en Granada quemó en la hoguera todos los libros escritos en árabe, de ciencias, medicina, y otras artes. Pero qué le vamos a hacer, el mundo avanza aun en contra de la voluntad de esta buena gentuza.

No te olvides, acercate a la Torre, mocita.

Salud.