¿Pero quien te ha hablado de circo?. Era una nación, de naciones eso sí. Tenía nombre pero no me acuerdo. Lo más parecido que he oído últimamente de el, es que le decían este país, o algo así... Tenía muchos gobiernos, vamos.... que por gobernantes no iba a dejar de funcionar la cosa. También tenía muchos funcionarios, muchos muchos, tantos, que cada unos de sus diferentes gobiernos tenían un montón largo. Algunos de esos gobiernos le cambiaron el nombre a las casas regionales, que pasaron a llamarse embajadas. Como es natural, las embajadas necesitan embajadores y personal subalterno, chóferes, criados y criadas (a estos últimos les cambiaron el nombre y le pusieron el eufemismo “empleados del hogar, o algo así); también tenían personal de seguridad propio y relaciones públicas, que son unos señores que, normalmente no la han visto más gorda en su vida, pero que dan el pego con su exquisita verborrea, e insignia, señal o señera o como se le llame a un lienzo en que quedan dibujados claramente los colores bajo el que forman cada uno de los diferentes gobiernos, sus gobernadores y, a veces, unos cuantos de sus gobernados. En fin... un bello mosaico de colores variados.
En este pais o, en el circo del que te hablo recia moza, también había un gobierno que gobernaba o quería gobernar a todos los demás, este también tenía idéntico aparato, pero más a lo grande. De el querían formar parte casi todos los gobiernos y gobernados de los otros, porque era para ellos como si dijéramos, el último escalón, la cima, el summun, el no va más, el non plus ultra (chúpate esta) y para ello se enfrascaban en arduas escaramuzas pretendiendo convencer a sus administrados respectivos, que el hecho de que depositaran en ellos su confianza era lo mejor que les había pasado en su vida y que jamás se arrepentirían de tan encomiable decisión. Luego, los elegidos, se juntaban todos en una casa señorial que hay en Madrid y allí hablaban largo y tendido de los problemas del circo, digo, de este país, que por regla general, los problemas eran sus problemas, no los problemas.
Algunas veces, no sé bien si por equivocación o qué, resolvían algunos. Pero esto pasaba poco pues, todos tiraban de la manta hacía sí mismo para no quedar desarropados.
Algunas veces, uno de esos diferentes gobiernos hacían mucha algarabía creando problemas fútiles que no interesaban a casi nadie, pero era su forma de mantener la cuerda tensa y tener contentos a sus parroquianos. Algunos lo hacían ta bien, que acababan involucrando a todas sus mesnadas en la nebulosa formada por la humareda. Luego, cuando el viento despejaba el horizonte, venían los desencantos y las pataletas. Conozco a un saurio, sauria o Saura, que ahora que pintan bastos, para tener distraído al personal, supongo, ha sacado a relucir no sé qué de una pegatinas rayadas y unos burros, pero pegadas en las matrículas de los coches. No de los oficiales que él y los suyos usan, esos que pagamos entre todos, no, de todos los coches, para que cuando se viaje al extranjero, todo el mundo sepa de qué procede el vehículo y su guía y ocupantes. Como se ve, es una gran idea porque, es un grave problema ese, problema que tiene a muchísima gente con el alma en vilo. Además, ya mismo, empiezan a poner multas a porrillo en su demarcación, a todos aquellos conductores sin civilizar, que se pasen un par de kilómetros en la velocidad que les indican en unos bonitos paneles luminosos que han costado un pastón. Para que luego haya quien diga que no resuelve problemas, si ya a resuelto el de la bajada de la recaudación, ese inesperado que ha echado y está echando a tanta gente a vivir la buena vida en el paro.
Otro día te cuento lo del impuesto de transmisiones patrimoniales. Que ese también sirve para solucionar sus problemas recaudatorios porque, no olvides mocita, que si se muere alguien de tu familia y tu le heredas, tienes que entramparte para poder pagar de nuevo algo que ya es tuyo.
Pero bueno, hoy, en los madriles no se hablará de estas cosas, ni de la gripe esa tan mala que le achacan a mi hermano cerdo, pobrete el, con lo rico y lo bonito que está y que es. Hoy, se hablará del tú más, del yo soy el mejor porque doy o hago tal y cual. ¿Pymes, parados, insolventes?, ¿eso qué es?
Salud.
En este pais o, en el circo del que te hablo recia moza, también había un gobierno que gobernaba o quería gobernar a todos los demás, este también tenía idéntico aparato, pero más a lo grande. De el querían formar parte casi todos los gobiernos y gobernados de los otros, porque era para ellos como si dijéramos, el último escalón, la cima, el summun, el no va más, el non plus ultra (chúpate esta) y para ello se enfrascaban en arduas escaramuzas pretendiendo convencer a sus administrados respectivos, que el hecho de que depositaran en ellos su confianza era lo mejor que les había pasado en su vida y que jamás se arrepentirían de tan encomiable decisión. Luego, los elegidos, se juntaban todos en una casa señorial que hay en Madrid y allí hablaban largo y tendido de los problemas del circo, digo, de este país, que por regla general, los problemas eran sus problemas, no los problemas.
Algunas veces, no sé bien si por equivocación o qué, resolvían algunos. Pero esto pasaba poco pues, todos tiraban de la manta hacía sí mismo para no quedar desarropados.
Algunas veces, uno de esos diferentes gobiernos hacían mucha algarabía creando problemas fútiles que no interesaban a casi nadie, pero era su forma de mantener la cuerda tensa y tener contentos a sus parroquianos. Algunos lo hacían ta bien, que acababan involucrando a todas sus mesnadas en la nebulosa formada por la humareda. Luego, cuando el viento despejaba el horizonte, venían los desencantos y las pataletas. Conozco a un saurio, sauria o Saura, que ahora que pintan bastos, para tener distraído al personal, supongo, ha sacado a relucir no sé qué de una pegatinas rayadas y unos burros, pero pegadas en las matrículas de los coches. No de los oficiales que él y los suyos usan, esos que pagamos entre todos, no, de todos los coches, para que cuando se viaje al extranjero, todo el mundo sepa de qué procede el vehículo y su guía y ocupantes. Como se ve, es una gran idea porque, es un grave problema ese, problema que tiene a muchísima gente con el alma en vilo. Además, ya mismo, empiezan a poner multas a porrillo en su demarcación, a todos aquellos conductores sin civilizar, que se pasen un par de kilómetros en la velocidad que les indican en unos bonitos paneles luminosos que han costado un pastón. Para que luego haya quien diga que no resuelve problemas, si ya a resuelto el de la bajada de la recaudación, ese inesperado que ha echado y está echando a tanta gente a vivir la buena vida en el paro.
Otro día te cuento lo del impuesto de transmisiones patrimoniales. Que ese también sirve para solucionar sus problemas recaudatorios porque, no olvides mocita, que si se muere alguien de tu familia y tu le heredas, tienes que entramparte para poder pagar de nuevo algo que ya es tuyo.
Pero bueno, hoy, en los madriles no se hablará de estas cosas, ni de la gripe esa tan mala que le achacan a mi hermano cerdo, pobrete el, con lo rico y lo bonito que está y que es. Hoy, se hablará del tú más, del yo soy el mejor porque doy o hago tal y cual. ¿Pymes, parados, insolventes?, ¿eso qué es?
Salud.