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ALMENDRAL: ¡Ahí eh ná!...

¡Ahí eh ná!
Poseso, verah:
Que iba Caperuciña Colororada por to el medio del bohque con la cabeza encahquetá jahta lah mihmah cejah y con unah gafah desah grandeh que se llevan agora, llevando en la mano chova un cehto lleno jahta loh topeh de bombah pehticidah y en la otra un trabuco con la boca mah ancha que loh que usaba Curro Jimene y provihto de un cargadó atao junto con otro al revé por si se le acababan lah píldora del primero, cuando le salió de detrah del troncón de un árbol, el Lobo dihfrazao de inocente corderina blanca, e interrogó a Caperuciña dehta manera: ¿pa onde vah tan cargá, Caperuciña? Y ella que llevaba una mala leche de mil pareh de cohoneh porque su madrahta la había hecho madrugá, sabiendo como sabía que había ehtao to la noche de botellón con suh amiguitoh, va y le dice: ¡Poh no lo veh cóño! A buhca al puto lobo ese, que como me lo eche a la cara, le voy a jacé polvo la suya a trabucazoh.

Oído ehto, el lobo dihfrazao de borreguina blanca, puso unosojoh como doh azafateh y cuasi cuasi que se dehmalla, pero se rejizo a trancah y barrancah y señaló a Caperuciña una verea entre lah matah, dicíendole que lo había vihto ir por allí.

Caperuciña se metió por la verea a paso de carga mientrah metía una abejorra en la recámara del trabuco con movimiento rápido y seco y una cara que asuhtaba al mihmo miedo.

La borrega blanca, o sea, el Lobo, en cuantito que la vio meterse entre el follaje, salió de ehtampía en la dirección contraria y, máh de media hora dehpueh, agotao y con la lengua afuara, se tiró de barriga entre unoh peñahcoh jahta que recuperó una miaja el aliento mientrah pensaba que, últimamente loh cuentoh están cambiando un jartón.
Salud.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Duende; ¿que pasa a boca?