Mocita, se nos alborota el patio. Si la ley de marras la hubieran hecho las mujeres, que la han hecho de facto, ¿sería más perversa y prevería penas más graves junto con la castración? Verás, con lo que hay, cuando X (que no presenta lesiones aparentes) denuncia ante cualquiera ángel guardián a Z, (su ex-amor y ahora martirizador), automáticamente X queda detenido, o sea, privado de libertad y encerrado en un reducto de dos metros por dos, junto con otras personas de “censurable reputación”, como mínimo hasta ser oído por el árbitro del lugar, quien, visto lo visto y por imperativo legal ¿qué otra cosa puede hacer? Del mal el menor. Vea su casa como mínimo desde quinientos metros de distancia que ya hablaremos en el oral, pensando quizás, a ver si a estos se les pasa el berrinche y se apean del “pa chulo yo y el te vas enterar”.
Pero decíamos ayer, que hasta hace muy poco el uxoricio era un homicidio o asesinato de casi obligada ejecución para el cónyuge varón vejado en su honor. Quien no recibía reproche social alguno.
Está claro que la sociedad patriarcal ha amparado esta figura desde tiempos inmemoriales, de tal manera, que está incardinada profundamente en el subconsciente social, siendo asumida como cosa natural por hombres y mujeres. Así que más educación y menos mandangas.
De poco le vale una ley a quien con 20 o menos años, su galán la envía al otro barrio alegando que era suya.
Salud.
Pero decíamos ayer, que hasta hace muy poco el uxoricio era un homicidio o asesinato de casi obligada ejecución para el cónyuge varón vejado en su honor. Quien no recibía reproche social alguno.
Está claro que la sociedad patriarcal ha amparado esta figura desde tiempos inmemoriales, de tal manera, que está incardinada profundamente en el subconsciente social, siendo asumida como cosa natural por hombres y mujeres. Así que más educación y menos mandangas.
De poco le vale una ley a quien con 20 o menos años, su galán la envía al otro barrio alegando que era suya.
Salud.